La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Información.


El estar de viaje hace que uno se pueda pasar varios días sin leer un periódico, sin informarse por internet y sólo poder escuchar la radio. Algo es algo. Lo malo es que en muchas zonas del país, como los aledaños de Ordesa, sólo se captan unas pocas emisoras, a veces ninguna. Concretamente en el camping sólo se sintoniza la pública RNE y la SER, que ya sabemos de qué píe zurdo cojea.

Y si en mi caso sólo son unos días en los que estaré sometido a semejante duopolio informativo, me imagino lo que sucederá con los que vivan por aquí. Espero que con la televisión puedan tener más opciones, porque si no puede ser terrible.

Da escalofríos lo que puede ser disponer de sólo una radio, una emisora de televisión y un periódico. Y si no, que se lo digan a los cubanos.

Claro, que a veces se puede disponer de multitud de canales y llegar a pensar que están todos de acuerdo para dar el mismo mensaje.

martes, 25 de septiembre de 2012

La historia repetida.


Revisando las fotos tomadas en el Monasterio de Piedra me doy cuenta de que he dejado sin consignar algo importante contemplado en el Monasterio de Piedra.  El Monasterio en si fue fundado por la orden cisterciense y actualmente se halla exclaustrado. El hotel no ocupa lo que anteriormente fue el monasterio, que se halla en un estado bastante ruinoso. Me preguntaba el por qué de ese estado ya que la publicidad que te dan allá nada indica al respecto.

El hotel.
Estatua mutilada.
El templo sin techumbre.
 
Me preguntaba qué podía haber sucedido cuando una placa en las ruinas me sacó de dudas.

Y para no variar la respuesta era la de siempre:



 Con razón se dice que todo pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Curiosamente en internet es bastante difícil averiguar nada sobre el asunto.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Comunicación.


Ya de vuelta en el autobús comprobamos que durante todo el tiempo que estuvimos por la montaña ninguno de nuestros teléfonos tenía cobertura. Por ello  se produjo un auténtico gurigay con todos los teléfonos de los agotados pasajeros reclamando un poco de atención, avisando de mensajes y llamadas que no habían podido ser atendidas por estar sus dueños atentos a otros asuntos.

Tras ese concierto de pitidos llega otro gallinero cuando todos los que han comprobado esas llamadas perdidas deciden contestar a la vez.

De nuevo una gran profusión de conversaciones en varios idiomas, musiquitas varias y alguna que otra imprecación.

Surge un comentario unánime acerca de lo bien que se estaba sin teléfono, internet y demás avances tecnológicos allá en las alturas, y todos asentimos más o menos de acuerdo pero sin que nadie suelte su aparato.

Entonces llegando ya al pueblo podemos ver una pintada que con gruesos trazos reclama ¡LÍNEA ADSL YA!

Es evidente que un poco de incomunicación de vez en cuando no viene mal, pero permanentemente  puede ser un suplicio. De hecho el castigo más temido por los jóvenes ya no es quedarse sin poder salir a la calle o sin televisión, a lo que tienen auténtico pavor es a que les sea confiscado el móvil o cambiar la contraseña de internet. Eso sí que es tortura, aunque el día menos pensado surge por ahí algún Defensor del Menor llevando a unos padres excesivamente crueles.

martes, 18 de septiembre de 2012

Punto de retorno.


Siguiendo esta ruta pronto comprendimos que no íbamos a poder llegar hasta la dichosa cola y que habría que conformarse con ver la mayor cantidad posible de cascadas, picos lejanos y riscos imposibles que jalonan el camino.

A todo esto el cielo se iba cubriendo dando un cierto punto de emoción al asunto, porque una tormenta veraniega  con los truenos resonando entre esas paredes puede ser algo sobrecogedor.

Y para dar mayor inquietud a la situación se sumó los efectos de la falta de ejercicio durante todo el año, pero aunque en algún repecho que otro uno notaba que faltaba el resuello, el pensar en todos los kilómetros hechos hasta llegar allí (en coche se entiende) va empujando. Al final llega el momento de tomar la drástica decisión de volver, que tiene el consuelo de ser cuesta abajo. Mirando el mapa comprendimos que habíamos hecho unos 2/3 del recorrido. Otra vez será.

Mientras uno tiene el sentimiento de envidia sana comparando el estado de limpieza con el de la sierra de Guadarrama, que a uno le queda más cerca y que frecuenta con más asiduidad, aunque menos de la debida.

Allí el acceso es ilimitado y se nota. Allí no hace falta un par de guardas limpiadores, sino toda una División (con tanques incluidos)

viernes, 14 de septiembre de 2012

Pateando, que es gerundio.

Y llego el día cumbre. A patear por el Parque Nacional de Ordesa. Todas las rutas están perfectamente indicadas desde la pradera donde nos deja el autobús (el tráfico privado está terminantemente prohibido), y como buenos novatos optamos por la clásica ruta que nos debe llevar hasta la Cola del Caballo, una cascada cuyo nombre deja poco lugar a la imaginación, y eso que la idea de colocarse bajo la cola de un caballo no trae nada bueno.

Comenzamos a andar rodeados de centenares de excursionistas que han tenido la misma idea. Los que nos acompañan son también familias, ancianos, minusválidos y algún que otro despistado al que se le pegaron las sábanas, porque los verdaderos expertos en el asunto han madrugado y tratan de llegar más allá de la Cola del Caballo. Y es que hay rutas de todo tipo y dureza. A la vuelta se les puede distinguir por ser fibrosos, quemados por el sol y cargados hasta las cejas de equipo de montaña.

El recorrido no tiene margen de error porque todo está indicado hasta la saciedad. Al menos las direcciones, pero no las distancias ni las duraciones por lo que surgen abundantes dudas entre el personal. Si preguntas a los que vuelven nadie coincide en el cálculo. Incluso dos guardas del Parque con los que nos topamos y que se deben saber el terreno hasta la saciedad no coinciden entre ellos. Algo me dice que estudiaron Ciencias Económicas y ahora se dedican a esto, que es más tranquilo, sosegado y gratificante.

martes, 11 de septiembre de 2012

Pintadas.


Nos dirigimos ya hacia el Pirineo aragonés. Poco a poco se va notando como el terreno se hace más abrupto, aunque no es sino mucho más allá de Huesca cuando se ve que empieza la auténtica montaña con riscos, elevaciones majestuosas y picos escarpados. Desniveles que hacen que a nuestro monovolumen, con menos de un año de existencia, las subidas se le hagan interminables y se quede sin resuello constantemente.

En Biescas me llama la atención una pintada original en una pared. ¡Pantanos en tierra plana! Ya tenemos la reedición de uno de los conflictos más antiguos de la humanidad: la Montaña contra el Valle. Sólo se me ocurre como litigio más antiguo el de los agricultores contra ganaderos. Ahí está el caso de Caín contra Abel.


De todas maneras no se pueden sacar conclusiones precipitadas. Tengo ya aprendido que de eso de las pintadas poco se puede desprender. En un pueblo de 100 habitantes hasta un par de ellos armados con un bote de pintura pueden llenar todas las paredes de consignas a favor o en contra del asunto que sea, y al día siguiente cualquier visitante pensará que ahí toda la población están de acuerdo unánimes con lo declarado por ese par de “artistas”.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Seguimos por Calatayud.


Algo falla en la política urbanística de Calatayud. Aunque se observa zonas de nueva construcción, el casco viejo está repleto de edificios abandonados, algunos medio derruidos y algún que otro solar, señal de que alguno no ha resistido, y en los que por alguna razón no se ha vuelto a construir, porque se ve que son terrenos que llevan tiempo así.

Causa cierta tristeza ver algo así en el turista, aunque por otra parte le alegra el bolsillo, pues gracias a esos solares puede esquivar las zonas de aparcamiento regulado. El número de terrenos abandonados lo señala el que dan espacio para que aparquen los residentes y los visitantes. El Ayuntamiento ni siquiera se ha molestado en vallarlos.

Y hablando de ruinas, en la ciudad se encuentran carteles indicando la posibilidad de visitar los yacimientos de Bilbilis, enclave romano y embrión de la ciudad. Nos dirigimos allí, y tras un empinado y abrupto camino de tierra se llega a un museo, cerrado y sin indicaciones de horarios de apertura, y nada más en varios metros a la redonda. Eso sí, poco antes hay un buen aparcamiento para autocares, y junto al mismo museo otro para turismos. Pero nada más.

En otros lugares con cuatro cascotes mal colocados, te montan una maqueta al lado echándole más imaginación que el Barón de Munchahusen y ya tienen una buena cola de turistas dejándose el dinero a mansalva. Tal vez las ruinas de las afueras de la ciudad sirvieran para paliar las ruinas del interior.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Calatayud.

Visita a Calatayud.

Existe una copla popular que incluso ha llegado a inspirar una ópera de Tomás Bretón, la letra de la susodicha dice así:

Si vas a Calatayud,
pregunta por la Dolores,
que es una chica muy guapa,
amiga de hacer favores.




Evidentemente el hecho de que miles de visitantes hayan llegado a Calatayud preguntando por la tal Dolores ha hecho que los bilbilitanos, que así se llaman los de Calatayud, hayan acabado hasta la coronilla, por no decir otro sitio, de preguntarles por la susodicha. Llegando incluso en ocasiones en acabar en violencia más o menos justificadas.

Pero cuando se trata de marketing y dinero se acaba la prudencia y el recato, y la osadía se convierte en toda una cualidad. Durante mi estancia en Calatayud ni por asomo se me ocurrió preguntar por la tal Dolores. Incluso diría que dudo que alguien le ponga Dolores a su hija en la ciudad, aunque gente hay para todo.

Y así podemos ver cómo este Mesón no ha tenido el más mínimo inconveniente en bautizarse con tan peculiar nombre tratándose de tan peculiar ciudad:

Mesón de la Dolores.  Gente sin complejos...

sábado, 1 de septiembre de 2012

Peligro.


La jornada en el camping se hizo interesante por el riesgo de aventura y peligro.

Al parecer hacía unos días unos campistas algo descerebrados decidieron hacer una barbacoa en la otra ladera del monte a cuyos pies está el camping. Como era previsible, las llamas pronto se extendieron y de no ser por la rápida intervención de los bomberos, las consecuencias podían haber sido catastróficas.

El encargado del camping me comentaba que esa misma mañana habían atrapado una víbora en el césped de la piscina. Al parecer los animales sobrevivientes habían huido a la ladera no quemada, y entre los emigrantes forzosos se hallaba un buen número de víboras.

Como si tuviésemos bastante con los omnipresentes mosquitos, uno también se debía convertir en un experto cazador de culebras. Había que vigilar el calcañar.

Me llamó la atención saber que si un incendio forestal no pasa de quemar una hectárea, no se considera incendio sino conato, y por tanto no sirve para las estadísticas.

Así que deduje que si un verano se produjeran 50.510,210 conatos en España, nos encontraríamos con toda su superficie devastada sin que oficialmente se constatara ni un solo incendio en todo el país. Cosas que tiene la estadística.