Sabido es que la bomba atómica consiste en aprovechar de la peor manera posible para el enemigo la energía provocada por la división de un núcleo pesado provocando la liberación de núcleos más pequeños y otras partículas, llevando a la deflagración de todos conocida.Y me baso en afirmar lo primero en que hace muchos siglos una tradición rabínica dictaba que todo aquel que oyera una blasfemia contra el nombre divino estaba obligado a rasgar su ropa.
Algunos siglos después, tras la destrucción del templo en tiempos de los romanos, otro dicho rabínico sostenía: "Hoy en día, el que escuche una blasfemia contra el nombre divino no tiene que rasgar sus prendas, pues si lo hiciera, todas sus prendas acabarían hechas andrajos".
Así que hoy, cuando por la red circulan insistentes rumores acerca de la reconstrucción del templo por parte de Israel, y por tanto la vuelta y restauración de sus tradiciones y valores seculares, bien pudiera pasar que un judío ortodoxo paseando por cualquier ciudad española si escuchare o viere lo que sucede a su alrededor procedería a fragmentar su vestimenta en trapos, hilos, neutrones, fotones, partículas alfa, positrones y electrones, haciendo que todo esto se vaya al carajo de una vez.
Buena hilación argumental pero que está fuera de la realidad real realísima.
ResponderEliminarNo temas por la destrucción de España que desde Fernando II de Aragón (El Católico) vienen los políticos tratando de destruirla y no lo han conseguido.
Menos lo conseguirán los come-butifarras y cuatro coletudos.
Si por algunos fuere, habríamos desaparecido del mapa como nación hace siglos.
ResponderEliminarPor cierto, tuvo Vd. la amabilidad de hacer un comentario en mi blog (que es el suyo), en la entrada correspondiente a la novela "Beltenebros" que, sin que acierte a conocer el motivo, ha desaparecido, quizá le di a la tecla equivocada o vaya Vd. a saber, el caso es que yo lo vi publicado y ya no está, así que sepa que no es por mi voluntad, al menos consciente, por lo que no aparece.
Un saludo.