Nepotismo ya.

Hace poco un amigo, izquierdista él,  sostenía que la forma de gobierno más racional es el republicano, ya que supuestamente en la República se elige al más capaz y válido, mientras que en la forma monárquico las habilidades y artes del heredero dependen del azar de los genes, hoy por hoy imposibles de predecir y más aún de modificar.

Precisamente estos días se está celebrando el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (que sea el séptimo cuando Batista cayó en 1.953 no deja de ser algo espectacular) Y dada la edad con que cuenta Raúl Castro como su hermano, se han vuelto a reactivar las quinielas acerca de quién puede ser el sucesor para dirigir el timón de la Revolución.

Y nos hemos encontrado con que uno de los mejores colocados para tan digno honor es el hijo del mismísimo Raúl, coronel del ministerio del interior.

Y es que tampoco sería una novedad eso de que en una República Socialista el sucesor sea una familiar. Tenemos el caso de Corea del Norte, el de Siria, y eso sin hablar del nepotismo galopante que suele darse dentro de las administraciones públicas de estos regímenes, y es que la sangre es la sangre, aunque uno sea marxista hasta las trancas.

Aquí ya tenemos pistas de cómo se manejan los de PODEMOS, y en los Ayuntamientos que ya han controlado, aún sin mayoría absoluta, ya han hecho las delicias de cuñados, hermanos, sobrinos y demás ralea y según se vayan afianzando en las instituciones, más casos aún podremos ver.