Una verdadera lástima lo ocurrido en el Congreso de los diputados. Hace algún tiempo una militar tuvo un serio conflicto con sus superiores a cuenta de como había sido tratada por sus superiores tras sufrir acoso sexual en el trabajo.
El caso levantó un buen revuelo mediático, y esto fue aprovechado por el PSOE para enrolarla en sus filas, llegando a figurar en el puesto noveno en la lista por Madrid, siendo elegida.
Ha pasado el tiempo, y la flamante diputada ha visto que no se ha contado con ella para nada, ni siquiera para figurar en la comisión de Defensa, y por ello ha decidido dejar su escaño.
Y ha sido una lástima que no haya optado mejor por desvincularse de la disciplina socialista e irse al Grupo Mixto, y ya, rizando el rizo, aliarse con Ábalos.
Claro que, para alguien que supuestamente ha sufrido acoso en el trabajo, tener de compañero laboral a Ábalos, no sería precisamente recomendable.
Pero la situación hubiera sido más que curiosa.
De vez en cuando, todavía nos sorprende alguien que demuestra un poco de coherencia.
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