Una de las pocas ventajas que tiene el paso del tiempo es que permite ver con más amplitud los fenómenos, viendo como nacen, se desarrollan, perviven y acaban extinguiéndose.
Por ello se puede ir viendo características que se van repitiendo y que casi llegan a convertirse en reglas inexorables al modo de la ley de Murphy.
Una de ellas se ha podido ver últimamente estos días en la televisión. Consiste en definir el marxismo como aquella doctrina en la que sus practicantes, sobre todo en el mundo occidental, una vez que han dejado el mundo de los vivos optan mayoritariamente por la cremación por ser más barato, expeditivo y progre. Mientras que sus dirigentes máximos optan por la momificación, veneración indefinida de los fieles, ampulosos funerales y construcción de horteras mausoleos.
Otra regla que se está imponiendo es que si eres líder de izquierdas en Sudamérica y llegas al poder, aumentas geométricamente las probabilidades de contraer un cáncer: Lula, Chávez, Cristina Fernández, etc. De momento los Castro parecen vacunados.
Y finalmente otra regla. Si eres líder de izquierdas en Europa cada vez que hundas a tu país en la corrupción, la pobreza y el marasmo, no hay más que dejar pasar una o dos legislaturas para que la memoria de pez del pueblo se olvide de todo y te vuelva a votar insconcientemente.
Y no sólo eso, sino que te convierten en un gran estadista.
ResponderEliminarBerlusconi es de izquierdas? Además, yo creía que Europa entera es capitalista, da igual que gobierno esté. Lo que está hundiendo toda la economía es el sistema.
ResponderEliminarEuropa es capitalista porque la que era socialista "real" se hundió ella solita.
ResponderEliminarNos hunde el Sistema ¿Qué es el Sistema? ¿Un sinónimo de Capitalismo? ¿Sistema Capitalista? El sistema socialista se hundió y ya no queda otro que el capitalista. Si se hunde el capitalismo, ¿qué ha de surgir? No quiero pensar lo que nos vendría de China, Rusia, o Irán.
ResponderEliminarEl capitalsimo tiene la capacidad de revitalizarse una vez superadas las interferencias políticas, los intereses de los políticos profesionales; la apropiación de los mercados en función de la demagogia y el voto fácil.
Sí Nesalem, el sistema capitalista tiene la capacidad de revitalizarse, pero sangrando a los más desfavorecidos. De esa manera cualquier sistema puede revitalizarse. Si tú como desfavorecido estás encantado, entonces perfecto para ti, para mí desde luego no. Y con esto no defiendo otros sistemas que se han dado ya y que hemos visto que no funcionan, con esto lo que hago es no defender algo que va contra nosotros, contra la inmesa mayoría, entre los que tú te encuentras. ¿Cuál es la solución? no lo sé, hay que buscarla, pero no debe pasar por revitalizar, como tú dices, un sistema que hunde una economía, y que para su revitalización se vale del sufrimiento de los desfavorecidos.
ResponderEliminarMás como reflexión por mi parte que con el ánimo de levarte la contraria, Carlos. Mi respeto a tu sensibilidad que también comparto. Yo empecé a trabajar a los trece años y hasta hoy no paré. Pasé por el paro, por la explotación más amarga, etc.
ResponderEliminarPero una de las mejores maneras de dar dignidad al desfavorecido es dándole un trabajo digno. Sin trabajo la persona pierde el respeto hacia sí mismo con facilidad. Y crear trabajo es algo que hace muy bien el mercado libre, cosa que en España nunca existió. Nuestros mercados siempre han estado intervenidos hasta las cachas por autarquías, por el Estado, por las ideologías que prometen mucho pero no hacen más que sangrarnos en nombre de lal reparto y la solidaridad y demás lindezas.
Repito: España no sabe lo que es mercado libre. Libertad de iniciativa, de empresa, de innovación. La izquierda (y la derecha PP) lo que hace es falsear la realidad lamando liberalismo a lo que nunca fue ni es.
Desde luego que el capitalismo no es la panacea universal, pero es que los demás experimentos han acabado peor, y igual que muchos socialistas dicen que lo del Socialismo de la Europa del Este no era el auténtico, también cabría decir que este capitalismo tampoco es el capitalismo real. Pero ¿cómo encontrar la pureza en el mundo real?
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