Esta mañana he descubierto en el metro a un jovenzuelo jugando con su consola un partido de chapas. Moviendo el dedo sobre la pantalla desplazaba sus jugadores y con gran ahínco movía el garbanzo virtual intentando batir al equipo rival, que ignoro si era movido por la maquinita o por otro jugador a kilómetros de distancia.
Pero es que poco después he visto a un niño extraer de una bolsa de pipas a modo de obsequio, una especie de chapa, de plástico y un poco más pequeña, con el rostro y escudo de un jugador ya impreso. Teniendo en cuenta que hablamos de veinte equipos con sus aproximadamente 20 jugadores, da miedo calcular la cantidad de bolsas que habrá de comprar hasta completar su equipo favorito, aunque se dedique al intercambio.
Pero es que por otra parte cada vez se adquieren menos bebidas cuyo tapón sea la consabida chapa, los tapones de las botellas de hoy en día son de plástico, al parecer capaces de solucionar enfermedades raras, pero no aptas para un buen partido.
También se me ocurre que en muchas de las despensas de los niños de hoy en día debe ser difícil encontrar un garbanzo duro para poder emplearlo como balón reglamentario. Más bien se suele comprar los garbanzos ya cocidos y por tanto reblandecidos.
Pero es que si se consiguiera todo lo anterior, faltaría encontrar un lugar donde montar un campo de las dimensiones adecuadas, aunque en teoría en cualquier parque público todavía se puede localizar unos metros cuadrados libres de cagadas de perro. Eso sí faltaría obtener un rival de altura equipado con su correspondiente equipo chapero, y sobre todo encontrar un momento en sus agendas escolares libre de clases, tareas escolares, actividades extraescolares y en que alguno de los innumerables canales de TV no emita alguna serie que no puedan. perderse salvo arriesgarse a verse degradados en la estimación social de la clase.
Visto tanto obstáculo cuando llegue a casa me descargo la aplicación para el teléfono.
Yo no era muy de chapas, pero uno de los problemas que planteas, el de hacerse con los tapones, vamos las chapitas, mis amigos lo solucionaban yendo a los bares a pedirlas.
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