Malas maneras.

Y el club campeón de Europa está demostrando que el prestigio que adquiere en los campos, sirve de muy poco si tan negligentemente trata a sus socios y abonados. Con la excusa de erradicar la supuesta plaga de los ultra sur, a los que tan pronto se ampara como se persigue, la Directiva decidió crear una supuesta Grada Joven. Se decidió ubicarla en el fondo sur, ocupando unas localidades que ya tenían otros abonados desde hace muchísimos años. Así que copiando los modos estalinistas y/o maoístas, se decidió a golpe de decreto y sin publicidad, desplazar a los abonados. A unos se les avisó por carta, a otros se les llamó y otros muchos siguen sin saber nada de lo que les espera. Se supone que se enterarán cuando intenten acceder al estadio en el próximo partido, con el consiguiente caos, sobre todo de los que pensando que tienen su localidad como siempre en el fondo sur, han desplazarse al fondo norte. Y mientras se hace patente el rumor que dice que los que van a ocupar esa supuesta Grada Joven, ni siquiera eran socios previamente, y que por gestiones, chanchullos y marrullerías varias de determinadas peñas, van a recibir sus abonos saltándose listas de espera y mucha gente que espera desde hace años los anhelados abonos. Estamos de acuerdo en que un club es una empresa privada que se gestiona como quiere, pero es que los socios tienen que ser escuchados, todos con el mismo derecho a expresarse, desde el socio más antiguo hasta el más reciente, sin que el pertenecer a una peña o ser enchufado por ella dé más pedigrí de madridista y por tanto más privilegios. Ya veremos cómo anima una Grada Joven compuesta por nuevos abonados que apenas han ido nunca al campo, que como buenos estómagos agradecidos, jamás criticarán a la presidencia, haga lo que haga.