La Internacional.

Cualquier estudiante de Primaria, al menos la mayoría, se quedaría espeluzado si se le dijera que el 2,5 va después que el 3.

Eso sería si habláramos de Aritmética, pero si el ámbito fuera el de la Política, la cosa ya no está tan clara. Y más si nos referimos a las Internacionales que a lo largo del tiempo las izquierdas diversas han ido fundando.

Tenemos la I Internacional donde se agrupaban anarquistas y socialistas sin grandes problemas y que fue fundada a raíz de un mitin por la independencia de Irlanda. Ya entonces se adivinaban grandes maridajes entre nacionalismo y socialismo.

De ahí se pasó a la II Internacional, cuando los socialistas dejaron a los anarquistas y se lo montaron ellos solitos.

Más tarde surgió la III Internacional, y entonces los socialistas más o menos reformistas fueron abandonados por los marxistas, obedientes a Moscú.

Y tras ellos fue cuando apareció la Internacional 2,5, cuando socialistas que se habían quedado en la II decidieron frenar la sangría hacia la III y montaron la 2,5, dando una imagen de más radicalidad e izquierdismo. Todo ello sin grandes resultados y más bien de cara a la galería. Tenemos en el socialismo patrio más de un nuevo dirigente que le cuadraría a esa internacional ni que pintado.

Posteriormente Trotsky y los suyos tuvieron que salir a galope de la Rusia Socialista y montaron la IV Internacional, aunque no les sirvió de mucho porque Stalin no soportó el desaire e hizo asesinar a Trotsky en Méjico.

Así que viendo como surgen espontáneamente las internacionales al margen de toda lógica y secuencia, no sería extraño que el camarada Pablo Iglesias, ahora que ha sentado sus reales en Europa y empieza a manejar fama, dinero y poder barruntara saltarse la V Internacional y fundar ya la VI Internacional.