La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

lunes, 22 de julio de 2019

Gallito.

A nadie se le ocurre que en pleno juicio, los familiares y amigos del acusado repentinamente comiencen a insultar y abuchear al juez tan solo porque cabe la posibilidad de que dice sentencia contra el reo. Lo más probable es que de esa manera puedan predisponerlo contra su familiar o amigo.

Es lo que a menudo he pensado que sucede en el fútbol. Si el público insulta y grita al árbitro, con razón o sin ella, se arriesga a que éste poco a poco vaya perjudicando a su equipo en vez de verse motivado a favorecerlo. Claro, que hay que tener en cuenta que más de un aficionado a lo que va a al fútbol es a desahogarse y llamar al árbitro lo que no se atreve a su mujer, suegra y/o jefe.

Nos falta mucha picardía en ese sentido. Por ejemplo, en Cangas de Onís ha surgido una disputa entre el dueño de una granja y el propietario de una casa rural. Se queja el segundo del ruido que hacen los animales y de cómo molestan a sus clientes. Tal vez el granjero se vea ganador del juicio que se va a celebrar próximamente. Parece un argumento de peso el que la granja estuviera antes que la casa rural, pero lo que parece un poco excesivo es que en una entrevista muestre a un gallo de su propiedad, que ha subastado por 650€
, y no tenga el más mínimo recato en manifestar que el nombre del soberbio ejemplar es “Decibelios”. Sin duda ha ido de sobrado.

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