Espontáneos.

 No sé como andará la especialidad de Psiquiatría en la medicina catarí, pero dudo que un psiquiatra allá residente, sea llamado a examinar a Mario Ferri, el espontáneo que salto en el Mundial.

Pronto han salido los desmentidores de bulos a asegurar que no había sido condenado a muerte; pero me da que de rositas no va a salir del país.

Algún que otro correazo ya se habrá llevado, y aunque alguna fuerte multa le caerá (pobre de él si las cuantías son en función de los sueldos del país), algo de prisión también caerá sobre sus lomos, y ya preveo campañas pidiendo su pronta liberación.

Lo que me llamó la atención es cómo se esfumo esa consigna televisiva de que cuando salte un espontáneo al campo, no mostrar ni una sola imagen del individuo.

En este caso, bastó para que portara la bandera del arco iris, para que la norma volara por los aíres, y la carrera del italiano fue mostrada a todo el planeta.

Ahora, sabiendo lo que contamina la industria petrolífera, echo de menos unos activistas que salten al campo y peguen sus manos a las manos de una portería. A ver si mostrarían las imágenes.