La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 16 de octubre de 2011

Retranca.

Ayer mismo paseaba con unos amigos por la Puerta del Sol a media mañana. Hacía un sol de justicia, por lo que todo aquel que deambulaba por allí veía con dificultad si el astro rey le atizaba en la cara.

En la zona peatonal circulaban las furgonetas y camiones de reparto que sólo a esas horas tienen permitido el acceso a la zona, y los cuales se movían entre los ya abundantes peatones que ya iban a sus quehaceres.

En esas estábamos cuando contemplamos que en dicha zona peatonal un hombre se hallaba plácidamente tumbado en el suelo en posición de decúbito supino y tapada la cara con un periódico para que no le molestara el sol.

El sol no le molestaría, pero lo que sí podía molestarle sería que alguna de las furgonetas que pasaban a su lado tuviera la ocurrencia de pasarle por encima. El sol podía cegar a uno de los conductores y no apercibirse  de la presencia del individuo.

No lejos de allí divisamos una pareja de policías municipales, por lo que nos dirigimos a ellos para advertirles de lo que sucedía.

Y la conversación fue más o menos así:

-"Hola, buenos días"."
-"Buenos días, ¿qué deseaba?"
-"Es que allí"-dijo mi amigo mientras señalaba hacia donde estaba el discípulo de Morfeo.-"hay un hombre tumbado en el suelo, y le están pasando las furgonetas al lado, y alguna le va a pasar por encima."
-"Bien, pues ahora vamos para allá. Debe ser algún borracho. Eso sí, pero como sea un acampado entonces sí que no podemos hacer nada."

No me quedó duda. La retranca es la nueva arma de la Policía Municipal de la ciudad.

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