Estupor, perplejidad, temor y cierta indignación ha creado
la cruda sinceridad que ha tenido un empresario catalán al afirmar ante el
auditorio: “Ustedes tienen que elegir: o trabajan como los chinos, o nos
llevamos nuestra empresa a China”. Y se ha quedado tan a gusto.
Lo que no sabe este aprendiz de tiburón es que seguramente
en ese mismo momento unos cuantos centenares de empresarios chinos estaban diciendo a otros colegas: “o compiten
como los chinos, o llevaremos más empresas a España”.
Es cuestión de tiempo que España se va a llenar de empresas
chinas, con métodos chinos, objetivos chinos e incluso trabajadores chinos con
contratos chinos. No hay más que ver las facilidades mostradas por las administraciones
madrileña y catalana para cambiar la legislación laboral para conseguir que
Eurovegas se asiente en sus dominios.
Y luego no servirá de nada apelar al sentimiento patriótico
y fidelidad a lo propio. Lo primero que mira el consumidor en el producto es el
precio, y luego (y no siempre) cómo se llama la empresa que lo produjo.
España es hoy una nación sin dueños españoles. Eso explica que gente de otros lugares pretenda quedarse con ella.
ResponderEliminarEn cuanto al empresario catalán, no dudo que tenga ya los ojos achinados.
Hay mucho listillo por ahí que sólo ve la parte que le interesa, pero es que hay más facetas en el asunto.
ResponderEliminarNo lo dijo Trump? España está enferma y es momento de aprovecharlo.
ResponderEliminarPor otro lado, todo lo que signifique empleo no puede desdeñarse hoy por hoy. Eurovegas es solo un síntoma más, no la causa.
Desde Asturias no percibimos a los catalanes de esa forma que ustedes lo hacen. Quizás esta distancia del centro...
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