Ecología.

NO PODEMOS ESPERAR QUE LA NATURALEZA NOS CONCEDA FAVORES, NUESTRA TAREA ES LA DE TOMARLOS.

Me imagino la indignación y el enojo que surgirían entre más de un progre ecologista patrio si se sugiriera colocar carteles con la frase en las escuelas patrias.  Ya sabemos que su consigna actual es dejar en paz a la Naturaleza y que ella disponga de nosotros, y si concede algo pues se toma (aunque con reticencias) y si no, pues a seguir esperando.

Pero lo que sucede es que la frasecita de marras es de los años 30, y donde se colocaba era en las escuelas de Secundaria de la URSS. Y a fe mía que siguieron con brío la consigna, pues ya es sabido las barrabasadas ecológicas que se llegaron a cometer en los países del bloque comunista y que aún persisten.

Se esquilmaron recursos naturales, se desviaron rios (provocando vastas desecaciones y hambrunas), se contaminaron aguas, se variaron alegremente cultivos, se contaminó ciudad tras ciudad y hasta se reventó una central nuclear.

Pero claro, entonces más de uno de aquellos progres acudirá al "el fin justifica los medios", o lo excusará en la presión que ejercía el bloque capitalista, al que también llegaban los efectos de esos excesos (que se añadían a los que él también producía aunque con mayor control)

Y es que esto de la Ecología es empleado por la Izquierda como algo coyuntural. Algo parecido a lo que sucede con el Aborto. Hoy la Izquierda defiende con vehemencia el derecho al Aborto (a veces hasta parece que lo quisieran hacer obligatorio) y por el contrario en la Rumanía del muy comunista Ceacescu estaba prohíbido.