La Sentencia.
Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.
Y él que lo diga, porque se lo cargaron...
ResponderEliminarEn el infierno estará, el muy cabr*n.
Probó su propia medicina.
ResponderEliminarLa cita me parece una joya que hay que guardar, como oro en paño, para pasársela por el morro, llegado el momento, a cualquier mozalbete de izquierdas que, por pura ignorancia, tiene por ídolo a ese hijo de la gran puta.
ResponderEliminarHay muchas cosas del Che que no interesan y las han borrado de la Historia, en eso de borrar páginas enteras, son unos maestros.
ResponderEliminarPor ejemplo, El Che tenía la certeza de que un ambiente de masculina dureza y disciplina transformaría a los gays en heroicos soldados de sus guerras internacionalistas.
Por eso, al ver su rostro convertido en icono de los t-shirts (perdón, camisetas, quiero decir) de lindos efebos que participan en las marchas del orgullo gay, me digo a mí mismo: Estos gilipollas no saben la medicina que les iba a aplicar el Che Guevara si hubieran caído en sus manos.
Ernesto Guevara fue un asesino múltiple, un totalitario comunista y criminal que por mor de la iconografía y de la sórdida complacencia de la izquierda,se convirtió en un ídolo y un tótem.
ResponderEliminarGuevara no está lejos de lo que fue Ho-Chi-Minh.
Eso sí:era más fotogénico...
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