La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

jueves, 30 de agosto de 2012

Plomo.


Jornada I

Con el presupuesto muy deteriorado por una estancia playera en Almería, se me plantó qué hacer con el resto de las vacaciones anuales (que visto lo visto pueden ser las últimas en mucho tiempo)

Así que tomamos la tienda de campaña, el coche y a internarse por el Alto Aragón.

Justo el día antes de partir zapeando encontré en National Geographic un documental sobre el Campamento Restrepo, el destacamento del ejército USA más internado en la zona dominada por los talibanes. Llamado así en memoria de un soldado con ese apellido caído ahí mismo. Un soldado hacía una crónica del día a día en ese lugar, y algo así decidí hacer con este viaje.

Total, luego cuando vuelves tienes que contar a todo el mundo cómo te ha ido el viaje, así escribiéndolo día a día pierdes menos detalles y con entregar una fotocopia, colgándolo en el blog y mandándolo por correo electrónico, todo solucionado.

El primer día me llamó la atención un empleado de gasolinera en tierras sorianas. Despotricaba el buen hombre de los bancos, de sus artimañas y de que encima les paguemos entre todos las deudas cuando las cosas les salen mal. No se daba cuenta de que en ese momento el atraco me lo estaba perpetrando él a mí, encima con todas las de la ley. Y además tenía tras de mí una buena serie de sufridos conductores para sufrir el mismo doloroso tratamiento.

Tomando algo en el área de servicio, el camarero mientras mira el aparato de T.V. propone como remedio de todos los males públicos fusilar sin dilación a todo político que ve apareciendo en la pantalla, sin distinción de ideología, sexo ni edad.

Estaba visto que estábamos ante un nihilista dispensador de cerveza, café y plomo a partes iguales. Bueno, de cerveza y café no tanto, porque con tanta disposición acerca de lo que haría si él fuera presidente nos dejaba a los apostados en la barra bastante desatendidos.

Estaba visto que la eficacia  que pedía a los profesionales de la política no se la aplicaba a sí mismo. Y viendo los rostros de los clientes, diría que más de uno le deseaba similar ración de plomo.

Y mientras salía del área descansado y listo para reanudar el viaje, pensando que yo debía ser el único trabajador eficiente y ciudadano cumplidor del país, y por tanto con pleno derecho a vacaciones, me sorprendí a mi mismo regocijándome ante la idea de que cuando volviera al trabajo, mi jefa continuaría con su descanso veraniego, y por tanto me esperaba una reentrada de lo más pausada, dosificada, relajada, y con un horario de lo más flexible y recortado.

Al fin y al cabo, todos iguales. ¡Plomo para todos!

3 comentarios:

  1. Eres muy generoso con nuestros "gobernantes" El gasolinero y el camarero cumplían con su "vocación" tarde y mal, pero al final te sirven la gasolina o el café. Nuestros políticos son anti-nación española y además agentes coloniales de depredación de España¿Cabe mayor ignominia?

    ResponderEliminar
  2. De acuerdo totalmente con Xavier. En cuanto al regreso, esa suerte que tienes, yo no sé ni siquiera los cambios que nos esperan pero seguro que no me van a gustar nada.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, bueno; típica actitud celto-ibérica: siempre tenemos la solución para todo y para todos, pero de palabra, con la boca llena de aire al viento. Incluso, algunos, ya están fusilando al personal en realidad virtual. Nuestros políticos responden a nuestra idiosincrasia. Son un vivo reflejo nuestro.

    ResponderEliminar