Diputados por el mundo.

De momento en España la cosa está organizada de tal manera que cada diputado es representante en el Congreso de los electores de su provincia. Y aún así está visto que en la inmensa mayoría de los casos el encargo les viene grande, pues malamente atienden a los intereses de sus electores, la mayoría de estos ni saben quiénes son sus diputados electos y éstos tampoco es que sepan los intereses de sus electores.

Por ello no he podido por menos que recordar mis tiempos mozos. Aquellos en que jugaba al Risk.

Aquel juego de mesa en que los jugadores competían por dominar nada menos que el mundo. Al empezar cada jugador recibía una misión secreta: conquistar determinados continentes o aniquilar completamente los ejércitos de uno de los jugadores. Casi nada.

Pues una misión así han recibido determinados candidatos en las últimas elecciones ecuatorianas.
Véase la circunscripción electoral que han recibido estos ambiciosos políticos, y como ellos supongo que otros tantos por las formaciones electorales que concurrían a la contienda.

Aquí el tal Edgar se embarcaba en buscar el voto de todo ecuatoriano residente en Europa, Asia y Oceanía. Supongo que África y el resto de América se lo endilgó a otro colega también ansioso de conquistar el mundo.

 

No sé si Edgar Piñaloza habrá sido elegido, pero si no es él otro tendrá la misión de representar los intereses de los migrantes ecuatorianos residentes en Europa, Asia y Oceanía. Y harto difícil va a tener la misión de compaginar intereses tan dispares, dispersos y lejanos.

 

Cuando uno ve los programas televisivos que entrevistan a españoles por el mundo, ve que tampoco estaría de más algún que otro diputado con esa circunscripción electoral. Dada la facilidad con que aquí se crean cargos, comisiones y puestos para lo que haga falta, no tardará en hacerse realidad.