Y aunque parezca mentira hay políticos que dimiten. No, no es de aquí, sino brasileño. El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil ha dejado su cargo después de que diplomáticos brasileños facilitaran a un senador boliviano su huída a Brasil. Este senador, acusado de corrupción y con varios juicios pendientes, se había asilado en la embajada carioca en Bolivia, y de allí se ha podido trasladar a Brasil gracias a los manejos de esos diplomáticos. Nada que ver con el caso de Snowden o Assange, y lamentablemente más parecido al caso del pederasta iraquí nacionalizado español.
El escándalo ha sido mayúsculo pues el fugado ni siquiera ha sido llevado al país vecino en avión, sino que ha sido mediante un coche oficial y escoltado por soldados brasileños. Vamos, todo disimulo. Al parecer el ministro brasileño no ha visto otra salida que la dimisión, pero nos cabe la duda acerca de si todo se debe al tamaño de la pifia y que la presidente no le haya dado otra opción, o que se trate de uno de los pocos políticos que aún conservan algo de dignidad. Tal vez se deba a algo de genética, ya que su apellido es “Patriota.”
Tal vez tenga algo que ver.
En España nada de nada, si le echas cojones, eres un corrupto y un mangurriazo aprovechándote de tu Cargo, en lugar de procesarte por malversación, estafa o robo... ¡Te hacen Senador! Que bien se marcaron la Constitución para que lo más rentable sea ser un chorizo...
ResponderEliminarUn saludazo.
Aquí, primero lo negarían todo; después le echarían la culpa a la señora de la limpieza y, cuando la cosa se pusiera cruda, el partido en masa aplaudiría al mentecato y lo justificarían diciendo que los otros hacen cosas peores. Así vamos...
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