La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 19 de octubre de 2014

Confusión.

Llevaba tiempo demorándolo, pero recientemente me di cuenta de que era necesario el pasarme por el oculista con la mayor brevedad posible.

Había entrado en una librería cercana a mi domicilio, pero la cual no suelo frecuentar porque viendo el material que ofrecen en su escaparate uno llega a pensar que está ante la biblioteca con que debían estar dotadas las chekas de Madrid en los años 30, y si decidí visitarla fue porque andaba desesperado a la búsqueda de un libro escolar que no había forma de encontrar ni vivo ni muerto.

Mientras esperaba observé tras el mostrador el típico corcho con cartelitos alusivos a actividades que hacen en ese local grupos, colectivos, partidos, ONG's, sindicatos, etc. de todo pelaje iba a decir, pero no, de un solo pelaje más bien aunque diferenciados por el matiz del color de ese pelaje.

Y de repente me fijo en un pequeño papelito donde se anuncian tertulias, pero cuyo contenido no adivino a vislumbrar. Como no me puedo acercar debido a mostrador, decido, ayudándome de las nuevas tecnologías que ya no son tan nuevas teniendo en cuenta el modelo de teléfono que uso, hacer una foto con disimulo del corcho, y ya veré en casa de qué se trata.

El motivo de mi atención es que el aviso anuncia una tertulias llamadas DMD y que inconscientemente mi despistado subconsciente asocia a Dios mediante, tal vez porque un amigo, de esos que son católicos a machamartillo, suele utilizar como abreviatura.

Ya en la calle miro la imagen y la calidad deja mucho que desear, aunque ya intuyo que no es de lo que pensaba.
Más intrigado aún busco por la red la página de la biblioteca, y me encuentro con lo siguiente:

         Así que DMD significa Derecho a Morir Dignamente, y que la tertulia la imparte nada menos que el Dr. Montes. Así que en ese momento veo que Dios no anda en el asunto y que definitivamente me tengo que ver la vista para evitar tan tremendas confusiones.                            

2 comentarios:

  1. DON ULTIMO DE FILIPINAS
    Si esas conferencias tienen mucha concurrencia, las que organiza el Dr. Muerte, vamos a tener una pandemia de vejetes enviados al otro barrio a cargo de sus familiares y con la ayuda del famoso extermina-ancianos.

    Cómprate unas gafas que es bueno para no tener dudas en estos casos.

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