Complicado, muy complicado cómo resolver el problema suscitado en Indonesia y Tailandia por la avalancha de inmigrantes procedentes del musulmán Bangladesh y de la comunista Birmania.
Ahora mismo muchos de ellos se hallan en barcos a la deriva atendidos tan sólo en lo más básico por los países de destino y sin permitírseles desembarcar en lugar alguno.
La ONU pide a Indonesia y Tailandia que los acoja, pero ambos se niegan. Es duro, pero hay que tener en cuenta el efecto llamada. Si ahora el emigrante lo tiene harto difícil y peligroso, y aún así se juega el pellejo, no quiero pensar lo que puede pasar si corre la noticia de que esos cientos de inmigrantes han tenido éxito en su aventura.
Un dilema que también se produce en Europa, donde los países del norte se han opuesto al establecimiento de cuotas de acogida de inmigrantes. Claro, que hay que tener en cuenta que una multitud de inmigrantes procedentes de la Europa del Este han dejado de considerarse inmigración extracomunitaria de golpe, aunque por otra parte también de eso tenemos nuestra buena cuota en el sur.
Me imagino el sombrío panorama de los musulmanes birmanos que huyendo de la persecución a los musulmanes se encuentran con que la también musulmana Indonesia les rechaza sin contemplaciones. Pero que no desespere la ONU, aún quedan muchos países musulmanes en el mapamundi. Pero como nos descuidemos pronto veremos esos birmanos deambulando por nuestras calles.
Está claro que al final todos terminarán de top-manta por las calles de Madrid, Barcelona o Almendralejo.
ResponderEliminarY si se entera ZP del asunto peor aún : los irá a buscar para traerlos.
Como bien dices, complicado asunto.
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