La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

lunes, 13 de junio de 2016

Confusión.


Mira que hay infinitud de colores y millones de posibilidades a la hora de hacer una figura geométrica, y no es difícil hacerse a la idea de que a la hora de combinarlos, el resultado debe ser un número de magnitud casi astronómica. Vamos, que haciendo los diseños al azar, el que dos banderas coincidieran debe ser de una probabilidad ínfima. Pero el haber dejado esa potestad al cerebrito humano ha dado como resultado que multitud de países tengan banderas idénticas o de un parecido irritante como Rumanía, Moldavia, Andorra y Chad; Eslovenia y Eslovaquia; Luxemburgo, Holanda o Polonia e Indonesia.

En otras ocasiones tampoco se han complicado mucho. Simplemente han cogido una anterior y han invertido los colores, como sucede con las de Cuba y Puerto Rico o Islandia o Noruega. Viendo estas últimas nos encontramos por el norte de Europa con unas cuantas donde han variado los colores pero han abusado de la cruz tumbada hasta la extenuación: Dinamarca, Noruega, Islandia, Suecia, Finlandia y todas en la misma región.

Luego está el caso de los países de la Commonwealth, donde hay profusión de colores y diseños pero muchos de ellos han dejado un rinconcito para la bandera de la madre patria, y así mantienen la Jack Union para que las generaciones venideras sepan de donde vienen.

Entre estas últimas destaca el caso de Australia y Nueva Zelanda, donde las banderas sólo se distinguen por las estrellas que acompañan a la bandera de Gran Bretaña. Recientemente se ha celebrado en Nueva Zelanda un refrendo para votar sobre una nueva bandera que eliminaría la bandera de Gran Bretaña pero ha sido rechazada de pleno.

Tal vez el mejor antídoto contra una guerra entre Australia y Nueva Zelanda sea la enorme cantidad de bajas que se producirían por fuego amigo debido a la confusión.


2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón, amigo Don Ultimo, con tu observación de la poca imaginación de algunos que planearon las banderas de sus países.
    A mí la que más me gusta es la que usaban los castellanos en sus Tercios y luego la adoptaron los carlistas : la que lleva la Cruz de San Andrés.
    Y la más tonta, por la forma y los colores es sin duda la ikurriña, una copia mala de la british y con una leyenda como las de las Mil y Una noches.

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  2. Al final, las banderas no dejan de ser fruto de la imaginación (a veces escasa) de alguien, aunque sea cierto que, en ocasiones, hay cierta tradición detrás.

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