Se le vió el plumero.

Esto del atentado de Niza ha pillado a más de una cadena de televisión a contrapié, con muchos de sus contertulios de vacaciones y con las redacciones plagadas de becarios.

Más de una emisora ha tenido que tirar de entrevistados de segundo y tercer nivel para seguir diciendo obviedades y repitiendo hasta la saciedad lo que ya se sabe y opinando basándose exclusivamente en lo que han visto por esa misma televisión que les interroga.

Claro que el hecho de llevar a algún que otro friki de la política permite que esos personajes de salgan de lo obvio, de lo consabido y de lo que se espera.

Ayer mismo el camaleón de Vestrynge se descolgó diciendo que un medio de combatir el terrorismo seria dejar de comprar el petróleo de los reinos de la península arábiga que financian y protegen a esos terroristas.

Al margen de lo inaplicable de la medida: Terrorífico pensar en que si esa medida ha sido permanentemente burlada en un sólo país como Irak, qué pasaría como un bloque inmenso geográfico como la península arábiga. Pura demagogia.

Pero yendo más allá, habría que pensar en quién sería el más beneficiado por una medida así, y es claro que los que darían palmadas con las orejas si ello llegara a suceder serían los demás exportadores de crudo como Irán o Venezuela. Qué casualidad.