Uno puede estar más o menos a favor de algo o en contra de la Constitución, del régimen actual y hasta del Capitalismo que mamamos desde que nacemos hasta que morimos.
También cabe no tener opinión formada con respecto a muchas cosas, hay tantas que es imposible de todo punto posicionarse en todas las disputas que se dan a lo largo del tiempo.
Pero también está claro que hay algunos asuntos sobre los que conviene t
ener alguna noción, se esté a favor, en contra o se sea indiferente. Más que nada porque se nutren con nuestros impuestos, y no está de más que cuando despotriquemos con el saqueo anual de Hacienda, sepamos que estamos financiando involuntariamente con nuestros dineros.
Poco a poco, aunque sólo sea por los informativos de televisión y los periódicos gratuitos, la ciudadanía va captando más o menos en qué consiste la Constitución, cómo se aplica o se trata de aplicar y acerca de la existencia de varios modos de interpretarla. Va costando, pero se va consiguiendo.
Pero en lo que andamos totalmente ignaros, perdidos y confusos es acerca de en qué consiste la Comunidad Europea, sus instituciones y cómo funcionan. Ahí sí que queda bastante por hacer, y eso que el Brexit, con todo lo que ha movido, arrastrado y generado, ha hecho que la Sociedad haya puesto un poco de interés en el asunto.
Un ejemplo: El estupor que produce hallarse ante al Atomium, en Bruselas, y escuchar a un compatriota, todo convencido, decir que, ahora que los ingleses se han ido (hablar de Reino Unido sería demasiada precisión técnica) tendrán que quitar una bola, y ver que los que le rodean asienten preocupados.
Mucho queda por hacer.
Lo que viene a significar que el nivel cultural básico del país sigue siendo tan campesino como cuando reinaba Alfonso XIII.
ResponderEliminarNo estoy muy seguro de que el gentío en general sepa muy concretamente el qué es la Constitución. Porque hasta los políticos profesionales confunden leyes de desarrollo de la misma con la propia Consti.
La verdad es que da risa, pero también mucha pena.
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