Hace poco me encontré con una picota en un pueblo madrileño. Parecía original, aunque era evidente que no estaba en su lugar originario. Pero me hizo preguntarme qué sucedería si cada municipio español contase con una o varias, dependiendo del tamaño de la población.
No es que esté abogando por la vuelta de la pena capital, pero si la búsqueda de alguna manera por la que la gran mayoría de la sociedad pudiera conocer de primera mano y sin tener que esforzarse en demasía quién es condenado en lo penal, civil o administrativo.
Ya sabemos que siempre va a haber quien es inmune al reproche público, pero eso también sucedía en la antigüedad. En fin, que cuesta poco probar. Insto a que se busque como construir una especie de picota digital. Que una simple columna de piedra no daría abasto para sostener tanta cabeza cercenada.
La última que yo ví autenticamente original está en Calahorra (La Rioja).
ResponderEliminarNo estaría mal que a los políticos de cada lugar cogidos metiendo la mano los grabarán en bronce en una picota de su pueblo. Para escarmiento de "listos".
No estaría mal, al menos serviría de desahogo ante tanta chulería por parte de algunos.
ResponderEliminarEl problema es que la usarían solamente con los enemigos del partido único.... otros nunca llegarían a la picota, como dice el gaucho Martin Fierro la justicia es tela de araña y la ley un cuchillo, la justicia por tanto no pilla a los pajaros gordos y la ley no hace daño al que la maneja.
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