Se ha producido cierta indignación entre la opinión española por el uso que se ha hecho de España en la campaña electoral francesa.
El candidato de Derechas avisa a los votantes galos que si gana el candidato socialista la nación se puede convertir en una reencarnación zapaterista que puede llevar al país al mayor de los descalabros.
Mientras Hollande avisa que Sarkozy aumentará los recortes como Rajoy hace en el país del sur.
Pero cabe recordar como durante muchos años se nos ponían los pelos como escarpias cuando por todo el orbe se ponía la transición española como ejemplo para todo país que que dejara un régimen autoritario.
Tampoco nos importaba cuando la monarquía española se ponía como piedra de toque de cualquier rey que se preciara. Hasta se decía que la reina de Inglaterra debería aprender de Juan Carlos I (Claro, eran otros tiempos)
Ahora las cosas vienen torcidas y en vez de quejarse, protestar e indignarse, no queda sino cerrar la boca, mirar a otro lado y procurar ser más discretos cuando los vientos de la historia son más favorables.
Estoy completamente de acuerdo. Menos fariseismo y aceptemos la realidad, en este momento no somos muy buen ejemplo en estos asuntos.
ResponderEliminarEs cierto, aunque no nos guste este tipo de comparaciones parecen inevitables y casi obligatorias.
ResponderEliminarSarkozy no ataca España, por mucha falaz manipulación que desde la izquierda se haga de sus palabras.
ResponderEliminarSimplemente avisa a los franceses de lo que la gestión mesiánica,suicida y canacerígena de las políticas socailistas de Zapatero, del despilfarro y el gasto, han ocasionado en nuestro país.
Para que tomen nota.
Avisados están...