Y mañana comenzaremos con la consabida guerra de cifras. Que si han parado millones de trabajadores (suponiendo que los haya, que ya es mucho suponer), que si aquí ha trabajado todo quisque (lo que ya es echarle imaginación) Con lo cual los posibles efectos de una huelga quedan diluidos antes de empezar.
Hoy las dos partes ya tienen escritos sus discursos para mañana. Da igual lo que suceda realmente hoy. Es igual que en las elecciones, que gane el partido que gane, todos los partidos, hasta los extraparlamentarios, hacen una lectura positiva de los resultados.
Tal y como funciona el mundo actual la huelga es ya un recurso inútil, que sólo tiene efectos negativos para el país donde se celebra (realmente celebrarla sólo la celebran los estudiantes, que a ellos no les descuentan nada)
Si ya cuesta medir los asistentes a una marcha o manifestación, que sólo consiste en contar los que están en un sitio, mucho más difícil es cuantificar una huelga, donde se trata de contar los que no están.
Tal vez un buen sistema sería obligar a los patronos a comunicar al Estado cuánto dinero han dejado de pagar a sus empleados por no trabajar ese día. Sería un dato objetivo, aunque faltaría saber cuántos de esos trabajadores no acudieron por propia voluntad o porque no hubo transporte que les llevara al tajo.
Completamente de auerdo con todo lo que dices.
ResponderEliminarTanto con que las huelgas jamás benefician, a estas alturas y menos convocadas por quienes lo hacen, al país ni a los trabajadores, con lo de que lo real sería saber cuánto cuesta a cada Empresa la jaimitada de unos señores que juegan a destruir al oponente político a costa de arruinar a todos.
Para saber que la huega ha fracasado no hace falta ni esperar a que acabe la jornada. La pretensión de una huelga general es paralizar el pais y creo que de eso nada.
EliminarLo de siempre, han conseguido algo con los piquetes en el transporte y poco más. Pero mientras les siga saliendo gratis seguirán gastando nuestro dinero en estas exibiciones impúdicas de estupidez.
ResponderEliminarSimplemente se logra lo que todos sabemos y pensamos, que un país de una imagen deplorable al exterior, que el que gane poco dinero pierda un poquito más y que los sindicalistos sigan siendo esa mafia bien mancebada con nuestros impuestos que, de hecho son. Es lo que tiene seguir viviendo en un Estado anclado, en muchas cosas, en el siglo XIX.
ResponderEliminarUn saludazo.
Firmad este impreso, yo ya lo he firmado.
ResponderEliminarhttp://finofilipino.com/post/35658429550/carta-de-renuncia-a-cualquier-derecho-ganado-con