Los tenemos tan cerca y a la vez tan lejos. Los coptos han elegido a su nuevo papa, Tauadros, que va a ostentar el ordinal segundo.
Ha llamado la atención el modo de elegir entre los candidatos al puesto. Para ello han dispuesto que un niño con los ojos vendados (se ve que no se acababan de fiar del todo de la supesta inocencia de la infancia) extrajera una papeleta de una urna donde estaban situadas varias con los nombres de los candidatos.
De esta manera se han evitado largos, tediosos y caros cónclaves como sucede en la iglesia de Roma.
Por otra parte juega a su favor que el método no deja de asemejarse al modo con que fue elegido el sustituto del puesto que dejó vacante Judas Isacariote. Se dice en el capítulo I del Libro de los Hechos de los Apóstoles que Matías le ganó el puesto a José Barsabás. Y todo ello fue echando suertes.
La iglesia católica refiere que salga quien salga elegido en el cónclave habrá sido cosa del Espíritu Santo, pero viendo los especímenes que han logrado el cargo en tiempos remotos, uno no deja de dudar de tal aseveración.
Y si así fuera, para qué complicar la vida al Espíritu Santo haciendo que tenga que dirigir y encaminar las discusiones de tanto cardenal. Hay que simplificar, mejor dejar que sólo tenga que mover la mano del inocente chaval.
Por cierto, he investigado por la red y no he descubierto ninguna casa de apuestas que haya estado al tanto del evento.
Mira, me gusta el sistema ese, es más imparcial y limpio que el de los untes entre los cardenales. El Palomo que dicen les ilumina a los de Roma debe de estar ya muy viejo y con poca visibilidad para vislumbrar lo adecuado.
ResponderEliminarSabiduría de los queridos cristianos coptos que han pasado carros y carretas en su bimilenaria historia.
ResponderEliminarEspero que esto sirva de impulso para que la iglesia copta una a sus fieles y les de fuerza para soportar los días que se avecinan, porque prometen ser peores que los pasados.
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