Un fotógrafo se hallaba en el metro de Nueva York esperando al siguiente tren. De repente oye unos gritos. Un hombre ha caído a las vías y se acerca el siguiente convoy.
Rápidamente hace una instantanea y ya tiene la foto de su vida. Foto que ha sido portada de numerosos periódicos y revistas.
Pero a los pocos días se alzan voces pidiendo explicaciones acerca de si no debería más bien haber intentado ayudar al hombre en vez de inmortalizar el momento.
Y la excusa que ha dado el buen hombre ha sido de antología: Disparó su cámara para así poder avisar al conductor con el flash.
Lo que demuestra el sentido de "humanidad o humanismo" que impera en las sociedades occidentales, y la hipocresía con la que nos movemos en todos los ámbitos.
ResponderEliminarMás bien disparó contra el hombre que estaba en las vías.
ResponderEliminarJ*der...!!
ResponderEliminarSi la realidad es puro simulacro y no existe (Baudrillard), entonces nada tuvo lugar salvo lo que podamos ver en la foto. Parece perverso, pero el mundo está cambiando hacia lugares inesperados de moralidad.
ResponderEliminar