Una pintada.

Es lo que tiene el estar poseído por una ideología. Te sientes señor del bien y del mal y te hace ver que sólo tú y los que piensan como tú (y no todos) son los que tienen la razón. Y de paso esa cerrazón sirve para aislarte del resto de la Sociedad, y finalmente quedarte aislado de la realidad, dándose una falta de empatia con lo que piensa el resto de los mortales.

Véase un ejemplo. Hace poco me encontré con esta pintada:

El autor, perteneciente al Partido Comunista de los Pueblos de España (de tendencia marxista leninista tirando a stalinista) la acababa de perpetrar, y mientras se alejaba con el spray aún goteando, dos jubilados se quedaron observándola, produciéndose el siguiente diálogo:
-Sí, es que allí están en guerra civil.
-Ya, pero éste ¿con quien irá?-respondió el otro.

Y es que hay que reconocer que es más fácil captar el mensaje de una frase cuando es negativa o se cisca en la madre del político odiado. Permite mejor la ubicación ideológica.

Y es que el grueso de la población no tiene ni idea de a quien apoyarán los comunistas. Vamos, un gasto inútil de tinta, tiempo y esfuerzo, aparte del coste que supondrá limpiar la susodicha pintada.

Me pregunto qué respondería el autor si se le dijera que la postura del PCPE. CJC (Colectivo de Jóvenes Comunistas) coincide en este asunto al 100% con la de la Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Lo mismo hasta cambia de bando.