Vaya, vaya, finalmente ha resultado que el tirador escurridizo que ha disparado en varios medios de comunicación franceses proviene de la ultraizquierda y además es de origen magrebí, y con más que posibles vínculos con el gobierno de Argelia, santuario donde los haya de terroristas y radicales de izquierda.
Así que con tal pedigrí es más que probable que la mayoría de los medios pronto se olviden del asunto, mencionando que actuó solo, que no hay conexiones, móviles y que tan sólo se trata de una desequilibrado.
Pero alguna conexión debe hacer cuando Abdelhakim Dekhar, que así se llama el sujeto, lleva años moviéndose dentro de los círculos radicales de la ultraizquierda parisina, y ya estuvo involucrado hace años en algo parecido, cuando dos jóvenes franceses dispararon y mataron a cinco personas en 1990. Se le acusó de haberles aleccionado, pero no pisó la cárcel.
De momento está pisando el hospital por haber intentado suicidarse, pero habrá que ver en qué queda su condena final cuando unos lo sienten como uno de los suyos y otros se pueden ver acusados de no haber hecho un seguimiento más exhaustivo.
Al final parece que definir estos casos como la actuación de un lobo solitario exime a todo el mundo de todo.
En cambio si llega a venir de la otra trinchera, a estas horas se estaría hablando de registros, detenciones masivas y vínculos hasta con el Ku Klux Klan.
Ya sabes que siempre hubo clases.
ResponderEliminarNo sé qué pasa, pero no consigo dejar comentarios en tu blog.
EliminarHay mucha más "comprensión" para los ultraprogres que para los ultras por excelencia. Mirad ese horror (moral y político) de comisaria europea llamada Catherine Ashton apaludiendo a Irán y a los palestinos y ninguneando a Israel lo que puede. Un ejemplo de ultraizquierda premiada y recompensada.
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