La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Que se calle.

Recuerdo que hace ya bastante tiempo leí la anécdota sucedida a un periodista irlandés en el convulso Líbano de hace unas décadas, ahora también está convulso, pero con muchísima menos sangre de por medio.

El jeep de dicho periodista fue detenido en un control de una de las muchísimas facciones que se dedicaban a masacrar al país. Fue encarado por un miliciano barbudo, tocado por un voluminoso turbante y armado con una no menos kalashnivok.

Y la primera pregunta que le fue dirigida al aterrado periodista no fue ni su nombre ni su nacionalidad, sino cuál era su religión.

Viendo que de su respuesta dependía su supervivencia, y deduciendo que hacerse pasar por musulmán iba a ser imposible, soltó de corrido: católico, apostólico y romano.

El fiero miliciano se quedó pensativo, y tras reflexionar unos instantes soltó un contundente: ¡Los romanos matan cristianos! Puedes pasar...

Así que viendo el nivel intelectual de aquellas gentes, y pensando que sus nietos son los que hoy nutren Al Quaeda, el Ejército Islámico, etc. creo que alguna instancia internacional se tendrían que dirigir a quien maneja los destinos de Venezuela, el camarada Maduro, para indicarle que con gente así armada, con las neuronas más que alteradas y con el dedo encallecido de darle al gatillo, no es de lo más procedente andar achacándole culpabilidades al ex presidente Aznar, que sólo posó en una desafortunada foto y prestó un exiguo apoyo a la campaña de Irak.

Tal vez, y Dios no lo quiera, Aznar sufre un atentado en España, y como sucedió con el que le propinó ETA, hay heridos o muertos, siguiendo la lógica de Maduro, él mismo sería el responsable, pero sabe que no hay ni juristas ni políticos que le vayan a parar los píes.

Pero mientras no estaría de más que alguien le fuera recordando de cuántas muertes de venezolanos va siendo culpable él y el pajarito reencarnado.

2 comentarios:

  1. Qué puedes esperar de un chofer de autobús narcisista que se cree Musolini?
    Son siempre los causantes de todas las barbaridades, y tienes también el ejemplo de aquel malandrino de Sadam Hussein.

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  2. Maduro, si algo aprendió de su mentor, es esparcir humo que tape sus vergüenzas.

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