Qué sensación de frustración e impotencia deben tener los equipos filiales que haciendo una buena campaña, ven como el equipo al que nutren lo hace pésimamente y está a punto de descender o de no ascender, provocando el fracaso del que cumple.
Algo así ha debido experimentar Juanmma Moreno, el candidato popular en Andalucía. Tras prometérselas felices viendo la cadena constante de escándalos de todo tipo ocurridos en su comunidad, viendo las desavenencias entre PSA e IU-A, ha tenido que ver como su partido se dejaba un buen número de escaños mientras su contrincante se quedaba con lo que ya tenía. Y todo porque la mayoría de los andaluces han mirado antes los desaguisados del gobierno nacional antes que el regional. Y así ha resultado la cosa.
Claro que como sucede en fútbol, el que no se consuela es porque no quiere, porque no es ciertamente de bonanza lo que le espera a la ganadora, tendrá que buscar ayuda y pactos en un batiburrillo izquierdoso compuesto por formaciones a cual más voraz y cainita.
Pero poco consuelo espara el PP-A si nuevamente dentro de cuatro años el votante va estar más pendiente de la Moncloa que de San Telmo. Todo un aviso para lo que nos viene en Mayo.
Todo un aviso que, por cierto, a la velocidad que reacciona el Barbas, puede producir efectos en la elecciones de dentro de 4 años.
ResponderEliminarYa que de fútbol hablas al referirte a las elecciones andaluzas, se me viene a la cabeza el chascarrillo, certero, como tantas veces, que hizo Antonio Burgos, diciendo que el PP presentaba un candidato con nombre de árbitro de 1ª división: Moreno Bonilla.
ResponderEliminarLos andaluces han sido conservadores, piensan que más vale PER en mano que Venezuela volando, o recuperación de la crisis o lo que usted quiera poner.... por eso han mantenido al PSOE, como se veía venir desde antes de la campaña electoral. Campaña, por cierto, que como todas las otras ha demostrado ser prescindible al 100%, no afecta en el voto significativamente.
ResponderEliminarCreo que Susana Díaz se ha sabido posicionar como partido nacionalista andaluz, a imitación del CiU y PNV, consiguiendo el voto de todo andaluz de pro. Andaluces a los que convencer de que el PER es el cáncer de su tierra cuesta tanto como convencer a muchos vascos y catalanes de que el nacionalismo es el cáncer de sus regiones.
A los andaluces el asunto moral de la corrupción les importa un pito. Teniendo en cuenta lo bien que les ha venido a muchos vivir de peonadas y demás fanfurrias corruptas y pícaras.
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