No sé si el tiempo me dará la razón en mi vaticinio, pero en este mundo convulso de hoy en día todo puede suceder.
Hace unos días, Ahmed Mohamed, un estudiante musulmán de Texas y, al parecer, un manitas de la electrónica, tuvo a bien construirse un reloj despertador el solito. Y además se le ocurrió llevárselo al colegio para enseñárselo a sus profesores.
Y una vez allí el artefacto, en plena clase, comenzó a emitir un pitido, lo que hizo disparar las alarmas, que el chaval fuera detenido, arrestado y casi fusilado en el acto.
Como es de esperar, la noticia ha trascendido, y el fundado de Facebook ha dicho que lo hecho por Ahmed es digno de aplauso y el presidente de la nación le ha invitado a visitar la Casa Blanca para que le enseñe el despertador (que al parecer pita cuando no debe)
Tal vez todo quede ahí, pero cuando Ahmed llegue a la residencia presidencial, y con el revuelo que se ha producido, a ver quién es el vigilante o policía que cachea, registra o examina al estudiante y comprueba el cacharro y lo vuelve a retener.
Es más que probable que nadie intercepte al estudiante, y entonces se encontrará con Obama y le enseñará ese reloj despertador, que esta vez bien podría ser un reloj bomba.
Y es que parece el guión de una película.
No creas, DON ULTIMO, que los chicos esos del "efebei" son tan memos. Registran hasta a la mamá de Obama cuando le lleva pasteles hechos por ella.
ResponderEliminarAquí hay también un lavado de conciencia de culpabilidad respecto al Islam. Véase la mujer cubierta.
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