La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 3 de enero de 2016

Generación Ni Ni.

Se veía venir, el auge del perroflautismo, de lo antisistema, de la desobediencia sistemática, etc. tenía que traer sus consecuencias.

Muchos electores ven con simpatía esos movimientos que presentados como candidaturas electorales les permiten ejercer sus pequeñas venganzas echando palos en los ejes de las ruedas del sistema que, según ellos, tanto les afrenta.

Tenemos ante nosotros los efectos iniciales de esa generación NiNi de la que tanto se habló en su momento: Aquellos jóvenes que NI trabajan NI estudian, y que arrastran en su voto (porque últimamente sí se están animando a votar) a sus familiares con la esperanza de que al menos les den pensiones, becas, pisos o lo que sea para poder sobrellevar la carga que les ha caído.

No sé si el fenómeno NiNi o el perroflautismo se da en la sociedad israelí, pero si nos atenemos a lo que prescribe la Ley Mosaica para el tratamiento del joven que ni trabaja ni hace nada de provecho, hace unos 14 siglos A.C. en Israel no debía haber muchacho alguno que dijera a su madre que ese día no se levantaba, que estaba con resaca y que trabajara Rita.

El problema era tratado así:

18 Si alguno tiene un hijo contumaz y rebelde que no obedece la voz de su padre ni la voz de su madre, y que, habiéndolo castigado, no les obedece,

19 entonces lo tomarán su padre y su madre y lo llevarán ante los ancianos de su ciudad, a la puerta del lugar donde viva,
 
20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este hijo nuestro es contumaz y rebelde; no obedece nuestra voz; es glotón y borracho.
 
21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá y temerá.
 
                                                Deuteronomio 21.

3 comentarios:

  1. Estoy a favor de aplicar el DEUTORONOMIO ahora y aquí.

    ResponderEliminar
  2. Se ve que el mundo no cambia tanto como parece.

    ResponderEliminar
  3. Aquellos antiguos hebreos no conocían los buenísismos psicólogos/as, ni los paños calientes de la eterna escolarización subvencionada; ni la rentabilidad política de una juventud caprichosa y vaga.

    ResponderEliminar