La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 31 de enero de 2016

Hades can.

Hay una cuestión en Teología un tanto secundaria, pero que a los propietarios y amantes de animales les tiene más que preocupados.

¿Heredarán los animales el Reino de los Cielos?

Conozco a más de un humano con mascota al que el futuro ultraterreno de su animal le preocupa más que la propia. Y para más desesperación la Biblia no se muestra nada clara al respecto.

Si se adopta la visión adventista o de los testigos de Jehová donde los salvados vivirán en una tierra restaurada se nos antoja más fácil la convivencia con animales de todo tipo, pero si se va a un paraíso de seres casi incorpóreos, tal presencia nos parece más difícil.

Si se prescinde de la teología cristiana y se va uno a las religiones orientales y a sus reencarnaciones, la lotería de migrar a un cuerpo humano o animal hace difícil que el propietario y sus mascotas vayan a coincidir, aunque no dejaría de ser curioso que el amos se convierta en perro y el perro en humano. Además estaría el problema de la no coincidencia de fechas. Difícil cuestión.

Ayer vi en un programa que alguien ha hecho negocio montando un crematorio de animales. Cuando muere tu perro del alma, en vez de entregar su cuerpo a los servicios municipales, esta empresa te recoge al finado, lo quema y te entrega sus cenizas en una pequeña o mediana urna, depende del tamaño del animal.

Lo curioso es que el propietario ha tenido a bien bautizar a su empresa como Hadescan. El can no hace falta mucha imaginación para suponer de dónde sale, pero Hades es más peliagudo. Hades era el dios griego de los muertos, que vigilaba a estos en su reino impidiendo que volvieran al mundo de los vivos. Vamos, que no cree mucho en las posibilidades de las mascotas muertas de volver a disfrutar de la vida.

Claro, que a lo mejor todo vaya referido al Cancerbero, el perro mitológico que vigilaba la puerta del Hades. Pero tal y como lo describe la mitología, salir a pasear al parque con un Cancerbero sería una experiencia única.

2 comentarios:

  1. Tema peliguado. Para los animistas.
    Personalmente sólo creo que todo objeto vivo se difumina eternamente cuando deja de respirar.

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  2. Asunto complejo, para los que crean en ello.

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