La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 20 de enero de 2019

Buenas palabras.


Subía las escaleras del metro junto unos cuantos viajeros, cuando una niña de unos cuatro años bajaba las mismas dando brincos.

Un poco más atrás, su joven madre, le decía a gritos que fuera junto a ella, que no se separara.

A ello, la mocosa tuvo a bien responder: “No pienso hacerte ni p*** caso.”

Una señora mayor que iba delante de mí, le dijo suavemente a la niña:

-¿Pero quién te ha enseñado a hablar así?

Ante ello, la madre, sin duda pensó que debía dar muestras de su autoridad sobre la saltarina, y con la mayor firmeza y coraje soltó por su boca:

-¡Te voy a dar una ho**** que te voy a dejar la cabeza estampada en la pared!- Y ambas continuaron su bajada, eso sí, a distintas velocidades.

Los que subíamos,  viendo el soponcio de la anciana, nos quedamos dudando si llamar directamente a una ambulancia del SAMUR o ser más diligentes y hacer uso de esos desfibriladores que han instalado en todas las estaciones y que ninguno de los presentes íbamos a saber usar.


Habla con corrección y probablemente los que te rodean ni lo apreciarán ni se contagiarán de tu buena expresión.

Habla con incorrección, con exabruptos, tacos y a destiempo, y tu vocabulario se extenderá como una mancha de aceite.

2 comentarios:

  1. Ese tipo de escenas, las de niños soltando tacos junto a mámás que aún los sueltan más gordos y abundantes, las he presenciado montones de veces.
    Ya me he resignado a esto y añoro lo que falta : UNA EDUCACIÓN A LO FRANQUISTA de las masas, por mucho que duela decirlo.
    En mi juventud las mujeres jamás hubieran osado soltar enpúblico ni un inocente "coño".

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  2. Por más que, desgraciadamente, uno está acostumbrado a oír palabras malsonantes en bocas de personas supuestamente inocentes por su edad, no deja uno de sorprenderse desagradablemente ante situaciones como la que describes. Una pena.

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