La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

sábado, 9 de abril de 2011

Contraprogramación.

A menudo nos hacen saber que alguna que otra cadena de televisión es sancionada por aquello de la contraprogramación, es decir el hecho de cambiar un programa previsto para contrarrestar lo programado en la cadena rival.

No estaría nada mal que dichas sanciones se aplicaran también a los partidos políticos y a los políticos. Es decir, si cuando se acercan elecciones,  vemos que en los diversos programas electorales, los encargados de su elaboración han esperado a ver que propugnan, prometen o piden los contrincantes, simplemente se han dedicado a indicar todo lo contrario, pues estaríamos ante una descarada contraprogamación, pues sanción al canto.

Asimismo si cuando un político es interrogado por el periodista, político rival o juez acerca de un hecho o cuestión en la que el interpelado la ha pifiado hasta el fondo, y éste, en vez de contestar con claridad, precisión y  celeridad, y en vez de eso, sale con aquello de que un rival la ha hecho igual o mayor, está contestando a lo que no se le pregunta, está confundiendo al personal y hace perder el tiempo al personal, pues sanción al canto. Y es que no estaría dando lo que se le había pedido.

Y tampoco estaría de más la creación de un organismo (total, por uno más tampoco se iba a notar mucho) para fiscalizar los programas electorales de los diversos partidos. De tal manera que si el partido gobernante y los opositores se conducen en su gestión o actividad opositora de forma divergente con aquello que indicaban en su programa electoral, pues sanción al canto. Porque es evidente que existe tanto borreguismo en la sociedad española que aunque sea obvio y notorio como un partido se puede desviar de lo que prometió, que pese a ello un gran porcentaje de sus electores están dispuestos a tropezar en la misma piedra una y otra vez. Las sanciones podrían ir desde las multas pecuniarias hasta la extrema, consistente en la ilegalización de la formación política.

1 comentario:

  1. El nivel de nuestra clase política es realmente grimoso.
    En cuanto se ven pillados con el carrito de los helados, o no responden a las cuestiones que se les plantean o simplemente recurren al consabido "y tú más" que lo mismo sirve para un roto que para un descosido.
    Rubalcaba y Chaves son perfectos ejemplos de lo que hablamos.

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