La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 24 de marzo de 2019

Toallitas.

La sabia RAE define sucintamente al Lobby como grupo de presión, sin meterse en más disquisiciones, tal vez para evitarse problemas con alguno de ellos, y quizás reflexionando acerca de su posible ambición de convertirse en el futuro en alguno de ellos. Me temo que mucho les falta para lograr tal categoría.

Actualmente tenemos muchos lobbies: multinacionales, fabricantes de armas, industria automovilística, eléctricas, etc. Hay para dar y tomar, cada una con su especialidad y su mayor o menor grado de poder e influencia.

Uno de los más característicos es el de los fabricantes de medicamentos, que consiguen que a cambio de investigar y suministrar a la población remedios que curen (y por los que cobran bien) a cambio les suministran medicamentos que no hacen nada (y por los que cobran también), están los fabricantes de refrescos, que son nefastos para la salud, crean adicción y sólo con muchas artimañas logran que no les supriman de una vez. Supongo que una de esas artimañas son los impuestos que poco a poco van pagando, como sucede con el tabaco o los alcoholes. A la vez que se respaldan en la adicción que han creado en la sociedad. Suprimir de golpe el tabaco y el alcohol provocaría un motín en todo el mundo que se asemejaría a un conflicto zombie.

Pero un lobby que me llama poderosamente la atención es el de los fabricantes de toallitas limpiadoras. Lo que ofrecen al usuario no es imprescindible, puesto que hay otros muchos modos de limpiarse, convertir el producto en biodegradable tampoco llevaría mucho esfuerzo y no hay constancia de que sus clientes tengan una dramática necesidad de su uso.

A cambio contaminan y atascan el alcantarillado de las ciudades causando graves perjuicios medioambientales y económicos a la sociedad. Digo yo que si ya se va metiendo en vereda a los fabricantes de plásticos que son mucho más poderosos e influyentes vinculados como están con las petrolíferas, tampoco debe ser tan difícil fijar al menos una fecha lejana donde prohibir esas toallitas del demonio.

1 comentario:

  1. Ya se encargan ellos de "untar" a quienes tienen el poder y los medios para prohibir sus productos, para que no lo hagan.

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