La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¡Teledeporte a gogo!

Manifiesta Rajoy que lo que a él le gusta en televisión es Teledeporte. Sabemos que le gusta el deporte, pero se ve que el asesor le ha dicho que es mejor mencionar un canal gratuito que no uno de los tantos de pago que con toda seguridad tendrá.
Teledeporte, ese canal que ven los que no tienen canales deportivos de pago, se caracteriza por emitir eventos bastante diferidos.
Sí aún así es verdad que ve ese canal, dentro de unos días se enterará de que España ha palmado nuevamente en un amistoso.
Y se mostrará sorprendido por ver el empuje y garra con que jugaron los portugueses y la apatía y desgana con que jugaron los de la Roja. Pensarían que una vez bordada la estrellita en la camiseta, ya no hay quien la quite. Precisamente lo que hay que hacer es olvidarse de lo que se tiene y buscar nuevos galardones.
Uno empieza a pensar que España se llevó el Mundial como Grecia se llevó la Eurocopa, más por deméritos ajenos que por esfuerzo propio. Al parecer no sólo nos parecemos a Grecia en lo económico.
Algo así como Rajoy se encontró como jefe del partido, y dentro de poco de España. Mucho me temo que se puede encontrar con una oposición furibunda y hasta violenta de los otros partidos, de los medios de comunicación hostiles (que son mayoría) y los sindicatos (que rezan por una victoria pepera para reverdecer viejos laureles)
Y surgen serías dudas acerca de la capacidad de este adicto al Teledeporte para resistir tanta presión. Es como el viejo juego infantil del rey de la montaña. Uno solo está en lo alto de un montón y los demás abajo tratando de quitarlo de ahí. Cada rey trata de resistir el mayor tiempo posible.
Como sabrá casi todo espectador de Teledeporte, la diferencia está en que en fútbol un campeón está en lo alto mientras no se vuelve a jugar la competición de que se trate, en política hay más medios de derribar al que ha ganado aparte de los convencionales. ¿Estará el futuro líder a la altura del puesto?

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