La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

martes, 18 de septiembre de 2012

Punto de retorno.


Siguiendo esta ruta pronto comprendimos que no íbamos a poder llegar hasta la dichosa cola y que habría que conformarse con ver la mayor cantidad posible de cascadas, picos lejanos y riscos imposibles que jalonan el camino.

A todo esto el cielo se iba cubriendo dando un cierto punto de emoción al asunto, porque una tormenta veraniega  con los truenos resonando entre esas paredes puede ser algo sobrecogedor.

Y para dar mayor inquietud a la situación se sumó los efectos de la falta de ejercicio durante todo el año, pero aunque en algún repecho que otro uno notaba que faltaba el resuello, el pensar en todos los kilómetros hechos hasta llegar allí (en coche se entiende) va empujando. Al final llega el momento de tomar la drástica decisión de volver, que tiene el consuelo de ser cuesta abajo. Mirando el mapa comprendimos que habíamos hecho unos 2/3 del recorrido. Otra vez será.

Mientras uno tiene el sentimiento de envidia sana comparando el estado de limpieza con el de la sierra de Guadarrama, que a uno le queda más cerca y que frecuenta con más asiduidad, aunque menos de la debida.

Allí el acceso es ilimitado y se nota. Allí no hace falta un par de guardas limpiadores, sino toda una División (con tanques incluidos)

1 comentario:

  1. Suerte que en la Sierra de Guadarrama llueve lo suficiente, pero parece mentira...este verano hemos perdido miles de hectáreas de monte y siguen sin permitir coger piñas, siguen descuidándolos. Para algo bueno que tenemos que legar a nuestros hijos, es una pena...

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