La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 26 de junio de 2011

Letras.

Leyendo un libro sobre la II República me encuentra con que un autor proclive a ella despotrica del himno de Riego, su himno. Anota que no procede una melodía tan "saltarina y callejera" con algo tan solemne y profundo como la República.


Desde luego de que es callejero y saltarín no cabe duda:






Pero también habría que tener en cuenta su letra, tan cursi y engolada que pareciera compuesta por la misma Pajín:


Serenos y alegres
valientes y osados
cantemos soldados
el himno a la lid.
De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid.
Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer, vencer o morir.
El mundo vio nunca
más noble osadia,
ni vio nunca un día
más grande el valor,
que aquel que, inflamados,
nos vimos del fuego
excitar a Riego
de Patria el amor.
Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer, vencer o morir.
La trompa guerrera
sus ecos da al viento,
horror al sediento,
ya ruge el cañon
a Marte, sañudo,
la audacia provoca
y el ingenio invoca
de nuestra nación.
Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer, vencer o morir.


Así no es de extrañar que pronto el populacho le endosara otra letra más de trazo grueso a la composición:



Si los curas y frailes supieran
la paliza que les van a dar,
subirían al coro cantando:
"Libertad, libertad, libertad!"

Si los Reyes de España supieran
lo poco que van a durar,
a la calle saldrían gritando:
"¡Libertad, libertad, libertad!"

La Reina vol corona
que vingui a Barcelona
Corona li darem
i el coll li tallarem

Un hombre estaba cagando
y no tenía papel
pasó el Rey Alfonso XIII
y se limpio el culo con él.




De todas maneras siempre se puede encontrar algún perroflauta interpretando la musiquilla de marras, pero evidentemente sin letra alguna para no provocar la mofa y escarnio del personal, al margen de la capacidad del músico para memorizar letra alguna.


Así que visto lo visto, mejor quedarse con lo que hay, y aunque la letra que elaborará Pemán en 1.928, que tiene un estilo nada callejero y saltarín y sí profundo y solemne:



¡Viva España!
alzad la frente
hijos del pueblo español
que vuelve a resurgir.
Gloria a la Patria
que supo seguir
sobre el azul del mar
el caminar del sol.
Triunfa España
los yunques y las ruedas
cantan al compás
del himno de la fe.
Juntos con ellos
cantemos de pie
la vida nueva y fuerte
del trabajo y paz.



Aunque la calidad de esta última es indudable, me inclino por dejar las cosas como están y sigo a la espera de algún día escuchar por las calles la Marcha Real tocada a la flauta.

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