Ahora resulta que hay varios niños franceses intoxicados y bastante graves porque han consumido carne procedente de Alemania. Nuevamente la causante es la famosa bacteria E. Coli.
Además da la casualidad de que los establecimientos donde se ha distribuido la carne contaminada son los supermercados Lidl, también existentes en España, y contra los que los agricultores andaluces perjudicados por la crisis del pepino dirigieron un boicot.
No es de descartar que en esta Europa tan globalizada esa carne haya llegado también a España, pero viniendo de donde viene esa carne todo hace pensar que nadie se va a atrever al menos a hacer una inspección extra a estos supermercados. Seguramente cuando le hayan mencionado lo sucedido a la ministra Pajín se habrá sorprendido de que exista tal cadena de supermercados, que al fin y al cabo se dirigen a clientela no muy pudiente que digamos.
Y como está visto que nadie toma medidas y que es probable que en pocos días tengamos unos cuantos compatriotas echando la vida en forma de aguas mayores, recordar que licuando una mezcla de manzanas y pepinos españoles obtendremos un remedio astringente de lo más eficaz.
Así que ánimo por los agricultores españoles, pronto Francia va a necesitar una buena cantidad de nuestros pepinos.
Lo primero que había que haber hecho es precintar los supermercados LIDL - en justo trato recíproco-, y no abrirlos hasta que se analizara la última mota de polvo que hay en la tapa del yogur.
ResponderEliminarPor si las moscas.
Y a quejarse luego al maestro armero...