La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Cadáveres.

Malos tiempos corren para los chinos defensores de las tradiciones. Es lo que tiene vivir bajo un régimen comunista. La premisa, más que la ideología, es la ingeniería social. Constantemente se está experimentado con el pueblo, dando igual si el resultado acaba en desastre. Total, nadie pide cuentas.

China es un país extenso, pero también es verdad que está densamente poblado. Y donde hay población hay numerosas defunciones, miles y miles a diario. Miles y miles de cadáveres con los que hay que hacer algo.

Poco a poco se va imponiendo la cremación, por razones económicas pero también porque se va viendo que los muertos tienen que ir dejando sitio a los vivos, que no atienden a razones.

Y como todo buen régimen comunista que se precie, todo indica que en un futuro muy próximo la incineración se va a volver obligatoria, en detrimento de las tradiciones que obligan a honrar largo tiempo la tumba de los antepasados.

Siempre ha sido tradición que los pueblos invasores adoptaran costumbres de los pueblos conquistados. China se ha anexionado el Tíbet, y ahí, donde la madera es escasa para emplearla en muertos y la tierra congelada imposible para se utilizada en inhumaciones, la costumbre ha sido depositar los despojos humanos en lugares especiales donde los buitres daban buena cuenta de ellos.

A los chinos siempre les quedarán soluciones intermedias, como la de muchos oficiales S.S., que disponían ser enterrados en disposición vertical, de píe, listos para el combate, pero ocupando mucho menos superficie aunque mucha más profundidad.

Antes se decía que lo que era costumbre en Estados Unidos llegaba a Europa en unos años, ahora los precursores son los chinos. Habrá que estar atentos a lo que hacen con sus deudos. Mientras tanto Mao embalsamado.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Nolotil.

Parece ser que eso de la aplicación de la Sanidad Universal tiene otras contrapartidas aparte del gasto desmesurado e inasumible.

Al parecer hay algunos medicamentos que eludiendo aquello de lo políticamente correcto, actúan sobre los pacientes dependiendo de la raza del sujeto. En España llevamos años administrándose y consumiéndose Nolotil en cantidades masivas con mayor o menor fortuna a la hora de quitar el dolor, pero sin mayores consecuencias.

Pero al parecer si ese medicamento se administra a enfermos de más arriba de los Pirineos, uno de los efectos secundarios es que a los nórdicos les causa agranulocitosis, una reacción que consiste en dejar de producir glóbulos blancos, se queda sin defensas y aumenta exponencialmente las probabilidades de irse al otro barrio. De hecho en muchos países europeos es una medicación prohibida.

De momento en España han muerto nueve turistas que se sepa, pero me pregunto cuánto más habrán caído antes de que alguien se diera cuenta y por otra parte, seguramente los españoles flaquearemos ante medicamentos que por Europa se administra sin problemas.

Y si eso pasa entre gentes de una misma raza, ¿qué sucederá con otras razas provenientes de otros continentes? Mucho me temo que pronto veremos en las entradas de Urgencias varias puertas: Para blancos, para negros, para árabes, para indios, etc.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Cerdos.

De siempre se ha dicho que del cerdo se aprovecha absolutamente todo, y no soy un experto en el tema, pero tengo mis dudas acerca de lo que se hace con las pezuñas, porque cada vez que un jamón o paletilla quedan sin nada de carne, el hueso es aprovechado, pero las pezuñas acaban indefectiblemente en el cubo de la basura.

Otro producto derivado del cerdo son sus purinas, sus excrementos, que allá donde hay una explotación porcina generan una gran contaminación que las autoridades no saben cómo atajar.

Bueno, eso hasta ahora, porque los científicos están estudiando como crear mezclando y remezclando genes unas plantas que depositadas en los tanques donde se almacenan las purinas, extraerían de éstas lo nocivo y las volverían inofensivas, listas para emplearse como abono.

Esto de los experimentos con la biología siempre da un poco de reparo porque no sería la primera vez que el remedio ha sido peor que la enfermedad. Uno de los posibles problemas es qué hacer con el crecimiento desaforado de estas plantas.

Una de las soluciones sería emplearlo como forraje de otro tipo de ganado, más vegetariano. Y ello me lleva a pensar que tal vez hasta se podría emplear para la alimentación humana.

Con ello se podría llegar a la paradoja de que un vegetariano acabara comiendo ensalada hecha con hojas de la planta que se ha alimentado de los excrementos de algo tan hecho de carne como un cerdo.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Hacienda nunca pierde.

Anda el sistema financiero en un sin vivir por culpa de estar en el aire el quién debe pagar el impuesto de las hipotecas. Ahora parece que nadie se leía lo que ponía en los contratos, y que lo que ponga debería ponerse escrito en lápiz, porque nada es vinculante. Tal vez debería revisarse los requisitos que se tienen en este país para poder firmar un contrato ya que nadie es capaz de ver cuando algo no le conviene. Se supone que ningún contrato se firma con una pistola en la cabeza (único supuesto que se me ocurre para anular lo firmado).

Pese a todo, próxima la sentencia que seguramente no va a dejar contentos ni a unos ni a otros, se me ocurre que una tercera opción sería que Hacienda renunciara a ese impuesto. Así el firmante se vería libre de esa carga y el banco se vería libre de la carga de tener que repartir ese coste con los clientes de sus servicios bancarios.

Pero supongo que el Estado no va a renunciar a esa pasta que le llega sin arriesgar y merced al contrato que hacer unos terceros.