La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

martes, 25 de agosto de 2020

Residencias.

Estos días de locura sanitaria, está corriendo como la pólvora unas imágenes en que dos auxiliares de enfermería en prácticas se burlan y vejan a una anciana a la que deberían cuidar.

Y para más inri, graban su fechoría, la cual supuestamente han debido mandar a alguien que no ha debido guardar con mucha fidelidad el secreto.

Nuevo descrédito para las residencias, esas residencias que a menudo se confunden con centros sanitarios. Si un residente enferma debe ser atendido en un hospital público o privado, pero en un hospital. La residencia, como su nombre indica, solo tiene la función de que residan en las mejores condiciones posibles.

A menudo en las tertulias de los medios de comunicación se ha indicado la conveniencia de que todas las funciones de estas residencias sean asumidas por la administración pública, ya que, al menos en teoría, está no va buscando el beneficio económico y sí el bienestar del anciano.

Eso debían pensar los familiares de la anciana, pero se ha dado la paradoja de que la residencia donde ha ocurrido todo es pública, así que este detalle seguramente no se resaltará mucho o la noticia pronto quedará en el olvido. Eso sí, las dos auxiliares han sido despedidas.

lunes, 17 de agosto de 2020

Fútbol moderno.


Contra el fútbol moderno - Home | Facebook

De vez en cuando veo por el barrio pegatinas, carteles y pintadas que rezan: “Contra el fútbol moderno.” Y  como símbolo una pelota de fútbol como las de antes, las que intentaban atajar porteros con gorra y al fútbol se le llamaba más balompié que fútbol.

Al parecer aborrecen del negocio corrupto y avaricioso en que se ha convertido el deporte rey. Pero ese fútbol antiguo se puede perder mucho más aún en el tiempo. Recuerdo haber leído que Ribery, el jugador musulmán del Bayern de Munich montó en cólera con sus compañeros cuando tras lograr un campeonato, un colega osó rociarle con cerveza. Casi corre la sangre a pesar de que alcohol y fútbol siempre han estado estrechamente vinculados.

Me pregunto si ahora vamos a tener una vuelta de tuerca. Si gana la Champions el Leipzig, equipo patrocinado por una marca de bebidas energéticas… ¿los jugadores se rociarían con Red Bull? Desde luego el fútbol cada vez es menos fútbol.

lunes, 10 de agosto de 2020

Codazos.


Se ha decretado que están prohibidos los abrazos, estrechamiento de manos, besos en la mejilla, besos en los labios y aún no sé si el palmotear la espalda estará permitido o no.

Tan sólo se tolera el saludo verbal  y ese nuevo invento del chocar los codos. Tal vez hubiera sido más cómodo importar esa costumbre oriental de inclinarse ante el prójimo, aunque tal vez, tal y como tenemos por aquí las espaldas, en poco tiempo se hubieran llenado las consultas de traumatología con gente con las lumbares doloridas. Mejor dejar lo del codo. Tal vez hasta se acabe imponiendo después de la epidemia.

Pero yo que llevo toda la vida conviviendo, estudiando y trabajando con zurdos, veo una ventaja en esa costumbre del codo.  Mientras que al estrechar la mano, el zurdo se ve con la incomodidad de tener que emplear la mano no dominante al hacerlo con un diestro (pareciera que el diestro sería el normal y el zocato el extraño que se debe adaptar), cuando se chocan codos es totalmente indiferente el codo que use cada cual. El impacto se va a producir de todas maneras.  Debe ser lo que se llama un saludo inclusivo.


Mientras se recuerda que el codazo también sirve para mostrar complicidad si se da en un costado con moderación, o ánimo de deshacerse del que lo recibe si el impacto se propina con violencia inusitada.

lunes, 3 de agosto de 2020

Cornás.

Anda por ahí un dicho que reza que la a menudo la realidad supera la ficción. Pero hay ocasiones en que se entremezclan de tal manera que ya ni se sabe lo que es verdad y lo que es mentira, llegando en ocasiones a ostentar ambas condiciones a la vez.

De siempre nos ha llegad de los EE.UU. multitud de series basadas en hospitales, médicos, pacientes y demás parafernalia. Al parecer la llegada de la Covid 19 ha provocado multitud de trastornos en los platós de grabación, haciendo que la gran mayoría de estas series interrumpan sus grabaciones.

Vamos, es como si John Wayne se escondiera en su camerino porque alguien habla de que hay un tiroteo en la calle. Supongo que en las funciones de los dobles no estará contemplado este tipo de riesgo.

Tal vez si solicitan médicos, enfermeras, auxiliares y celadores reales que estén en el paro para que intervengan en el rodaje, lo podrían reanudar. Como dijo aquel: "Más cornás da el hambre".