La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

lunes, 30 de junio de 2014

Aforados.

Estos días se habla mucho acerca de si eso de ser aforado es una ventaja o una desventaja.
Los que están a favor de que autoridades de todo tipo estén a salvo de tener que acudir a los tribunales y jueces que corresponden al resto de los mortales, arguyen que más bien es una desventaja pues les priva de una segunda instancia a quien acudir en caso de sentencia desfavorable.

Mientras, los críticos sostienen que todos hemos de ser iguales ante la ley, y que generalmente, el aforado ve que su caso va tan sumamente lento y con tantas interrupciones, que ni sus nietos se enterarán de en qué queda la cosa.

Pero no siempre el derecho a la segunda instancia es favorable. Véase el caso de Dios. Por su posición y rango se entendería que fuera aforado, pero parece ser que no fue así, y en los años 30 el Ateneo madrileño tuvo la ocurrencia de someter a la votación de sus miembros la existencia o no de Dios. Se celebró el extraño escrutinio, y el resultado fue que Dios continuase existiendo por un solo voto de diferencia.

Lo que no se sabe es si alguno de los que votó en contra de su existencia tuvo en cuenta el célebre   Juicio del Estado Soviético contra Dios,  celebrado en Moscú en 1917, y presidido por el Comisario de Cultura Anatoli Lunacharsky. Dios fue hallado culpable por aquél tribunal revolucionario, condenado a muerte, y ejecutado de una salva dirigida al cielo. Y en el cual con su condena y posterior fusilamiento aquellos convencidos marxistas no dejaban de reconocer la existencia, al menos hasta la ejecución, de Dios.

Pero en España también hubo algo más parecido, pero sin duda se vio que eso de tirar al cielo quedaba como algo descafeinado, y sin opciones de que el jefe de pelotón pudiera comprobar si el reo había sido ejecutado o no, así que se decidió fusilar directamente de la imagen del Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles en Madrid.

Se ignora si se llevó la pantomima hasta el gesto de dar el tiro de gracia al monumento, o si alguien intentó comprobar si el fusilado respiraba o no.

lunes, 23 de junio de 2014

Desahogo.

De este jaez calificó un diario panameño a la selección española cuando quedó eliminada del Mundial tras perder con Chile.

Y aunque durante el partido contra Chile y el anterior contra Holanda, a más de uno se nos pudo escapar epítetos parecidos, o peores, no es de recibo que un medio escrito se salga del tiesto con una calificación así. Y más procedente de un país donde su selección nacional lo más que ha logrado ha sido una Copa de Centroamérica y un subcampeonato de la misma.

Tal vez la ira del titular se deba a que aparte del seudónimo de "los canaleros", la selección panameña también es llamada "la extrema roja", así que otros que también se meterían en la lucha por la denominación de origen de "la roja".

Pero hay que ser más materialistas, y a mi entender todo se debe a que el director de este amarillista periódico había apostado fuerte por la Selección española, y no encontró otro medio con que desahogarse. Se debió quedar a gusto, pero sin sus balboas invertidos.

Siempre le queda tirarse al Canal.

lunes, 16 de junio de 2014

Indiscreciones.

Es curioso el criterio que solemos tener a la hora de buscar culpables de algún desaguisado. A tal conclusión me ha llevado lo que ha sucedido recientemente a un sirio que residió temporalmente en los EE.UU.

Durante su estancia allá decidió convertirse al cristianismo, para lo cual hubo de bautizarse. Durante la ceremonia se hicieron fotos, y él pidió encarecidamente que el hecho se llevara en secreto porque de saberse su vida podría correr peligro cuando volviera a Siria. La iglesia donde se bautizó se lo garantizó y todo quedó bajo secreto.

Pero estando ya el converso vuelto a su tierra sucede que alguien de la iglesia decide publicar las fotos y la noticia en la página web de la institución, imágenes y datos que llegan a manos de celosos islamistas sirios, que ni cortos ni perezosos, secuestran y torturan al desdichado nuevo cristiano.

Afortunadamente el sujeto ha logrado huir de sus captores y volver a los EE.UU., donde lo primero que ha hecho ha sido demandar a la indiscreta iglesia, desatándose una campaña mediática tanto a su favor como a favor de la iglesia por poder mostrar sus archivos.

Y mientras tanto nadie se ha preocupado de clamar contra los verdaderos culpables, aquellos que impiden la libertad de conciencia reprimiéndola a sangre y fuego sin piedad. Y mientras reirán viendo a sus enemigos arremetiendo unos contra otros.

lunes, 9 de junio de 2014

Titularidades

Hace ya algunos años fui junto con unos amigos a visitar la mezquita de Madrid. Fuimos amablemente atendidos, regalados con abundante información gráfica e invitados a visitar las instalaciones. Eso sí, siempre que no nos introdujéramos en las zonas reservadas a los creyentes y siempre que nuestras indumentarias se atuvieran al decoro exigido en un edificio religioso común. Pero me pregunto qué sucedería si la




Catedrál de Córdoba, construida aprovechando la mezquita erigida sobre lo que fue anteriormente una iglesia visigótica, pasara a titularidad islámica, que, no nos engañemos, es lo que pretenden los que exigen "expropiársela" a la iglesia católica. Por de pronto, habría zonas a las que no podrían acceder los no musulmanes, habría más zonas aún que no podrían visitar las mujeres tanto musulmanas como no musulmanas. Todo ello al parecer muy acorde con los principios invocados de tolerancia, igualdad y libertad. Me pregunto si todo ello habrá sido tenido en cuenta por tanto progresista que actualmente apoya las pretensiones de los islámicos. Que no se olviden, que en el Islam el compartir un lugar de culto no deja de ser una aberración y anatema de los gordos.

lunes, 2 de junio de 2014

Pactamos.

Si uno vive en una ciudad con un único equipo de fútbol lo normal es que se sea aficionado a ese equipo. Si en esa misma ciudad existen dos o más equipos ya la cosa se complica, y pueden influir la familia, amistades, compañeros de trabajo ya sea para aficionarse a ese equipo o para pasarse al rival como actitud de llevar la contraria.

Por mucho que se hable de que los equipos son un sentimiento, más que un club o hasta encarnaciones ideológicas o nacionalistas, lo cierto es que generalmente uno se hace de un equipo en la más tierna infancia y a esas alturas todas esas cosas no se tienen en cuenta.

Y se supondría que eso es algo que no debería suceder con la ideología política, que es algo que se asume algo más tarde, se es condicionado por la condición socioeconómica de cada uno y como respuesta a las circunstancias que nos rodean, y supuestamente motivado por reflexiones profundas, lecturas meditadas y estudios contrastados. Aunque todo ello es mucho suponer viendo como luego el personal responde en la urnas.

Pero a veces pareciera que más de un ciudadano escoge su opción política como el aficionado elige el equipo de sus amores: al más puro azar.

Véase el caso del ilustre presidente de la comunidad autónoma extremeña, José Antonio Monago. Se presentó por las listas del Partido Popular, y a estas alturas se mantiene en el poder gracias a que Izquierda Unida no apoya al Partido Socialista cuando este último intenta arrebatar la poltrona a la Derecha.

Pero parece que Monago no tiene reparos en rizar el rizo y buscase apoyos aún más rebuscados, y trayéndole al pairo cualquier convicción ideológica acaba de manifestar que no tendrá el más mínimo reparo en pactar con el más aún izquierdista Podemos si hay voluntad de acuerdo.

Si partimos de que en los pactos políticos se efectúan entre dos partes con libre voluntad, vemos que su programa político en la intimidad es estar arriba pactando con quien sea, como sea y donde sea.

Seguramente, visto su su talante, el día de su boda en vez del consabido "Sí, quiero" estuvo tentado de soltar un: "Sí, pacto", que el caso es llevarse el gato al agua sea como sea.