Se decía en el Gatopardo que para que nada cambiara, había que cambiar todo. A lo largo del tiempo muchos países han tenido cambios radicales: revoluciones violentas, transiciones pacíficas, reformas desde dentro, etc. De todo ha habido.
Por ejemplo, Putin parece que
dirige un nuevo país cuando, en realidad, el trabajó para la KGB. En la URSS se
cambió la bandera, el nombre, se perdieron territorios, y hasta se dejó el
himno. Pero lo importante se mantuvo.
En otros países han tenido más
cuidado con eso de la memoria histórica, y se han cuidado de que los cambios sean
más notorios; pero tratando que lo fundamental permanezca.
Eso sí, hay dictadorzuelos que no
han tenido el más mínimo reparo y han mantenido himno, bandera y lo que haga
falta. Hay está Alexandr Lukashenko, que ha mantenido cargo, bandera, métodos,
y que, por no molestarse en disimular lo más mínimo, incluso a la agencia de
seguridad estatal le ha mantenido el nombre de K.G.B. Algo que ni Putin se ha permitido.
Con un par.