La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

martes, 29 de marzo de 2022

La gran moción.

 Andan los socialistas un tanto estupefactos ante el giro de 180º que ha dado el gobierno respecto a la cuestión del Sahara Occidental. Toda la vida manifestándose a favor del Polisario, incluso en los tiempos en que ametrallaban pesqueros españoles, y ahora abogan por aceptar las tesis marroquíes.

Para que el shock no sea tan fulminante, han tenido que organizar algo para atenuar en cierta medida el viraje. Por ello, han determinado que en ayuntamientos y parlamentos autonómicos se presenten mociones de apoyo al pueblo saharaui, promoviendo medidas de cooperación y solidaridad con el Polisario.

No dudo que lo vayan a hacer, incluso les auguro un gran despliegue en algunas regiones como Canarias, pero… ¿sucederá lo mismo en Ceuta y Melilla? Me gustaría ver qué va a suceder con más de un concejal y diputado de ascendencia marroquí, y siempre con la sospecha de estar trabajando encubiertamente (a veces descaradamente) por ese utópico Gran Marruecos.

Algo me dice que por ahí las mociones se van a presentar algo descafeinadas, ambiguas e inofensivas. Al tiempo.

lunes, 21 de marzo de 2022

Inculturación.

 

El otro día supe de cómo la tribu de los mohicanos resolvía sus problemas demográficos. Esta tribu era aficionada a guerrear contra cualquiera con el que se cruzara en el camino, y, aunque no se le deba mal, eso no dejaba de producir alguna que otra baja.

También en la caza se producía algún que otro percance mortal, y a eso había que sumar las defunciones por la edad y los que caían por diversas enfermedades. Hay que tener en cuenta que la medicina mohicana tampoco podía hacer maravillas.

Todo ello se traducía en un porcentaje mayor de mujeres que de hombres, y de alguna manera había que solucionarlo.

Para ello, o compraban prisioneros a otras tribus, o los capturaban en razias bien programadas. A los cautivos se les sometía a un programa intensivo de inculturación, que dejaba al recién llegado de lo más mohicano. Listo para combatir, cazar y procrear con las abundantes viudas. Eso sí, los que no pasaban el proceso, no se sometían o cuyo físico no llegaba al mínimo exigido, eran suprimidos.

Ahora que está de moda lo indígena, ancestral y precristiano, se podría tener en cuenta el método.

lunes, 14 de marzo de 2022

Tuercas.

 

Quien más, quien menos, ha visto algún video de accidentes de tráfico en Rusia. Son algo espectacular. Se trata de la combinación perfecta de alcohol, carreteras nevadas y velocidades desorbitadas.

Allí, para curarse en salud, muchísimos vehículos llevan cámaras, así que se pueden grabar impactos impresionantes, que sin duda, dejan coches bastante deteriorados y conductores muy maltrechos.

La guerra ha hecho que los principales fabricantes mundiales abandonen territorio ruso, dejando a la pobre LADA incapaz de atender tan descomunal demanda, ya que los siniestros totales son miles cada día, sobre todo en esta época de deshielo.

Lo irónico es que LADA se está viendo también afectada porque la mayoría de sus componentes provenían de Ucrania, así que también se las ve y se las desea para atender las averías que asolan a su flota.

Y si eso pasa con algo de tecnología más o menos simple, no quiero ni pensar qué pasará qué sucederá con tanques y blindados. Por eso parece que Putin va a acudir a la ayuda del gigante amarillo. Lo que no sé, es lo que tardará en llegar una tuerca desde Pekín a Moscú por medio de AliExpress.

domingo, 6 de marzo de 2022

A la Concordia.

 Ya va faltando poco para que se celebren los premios Princesa de Asturias, supongo que a estas alturas su comité ya está elucubrando a quién dar cada premio, tarea que no debe ser nada fácil. En cualquier momento a un candidato le puede surgir un trapo sucio que le desacredite o aparecer un personaje que a todas luces merezca el premio más aún.

Yo me atrevería a sugerir una candidatura, que tal vez tendría difícil ir a Oviedo a recoger el galardón, pero que reúne buenos méritos para el premio a la Concordia. Se trata de todos aquellos que estos días se manifiestan en diversas ciudades rusas contra la guerra que ha provocado Putin. Sin apenas medio, coordinación y asumiendo un riesgo físico elevado, no solo por la policía sino por otros conciudadanos.

Tendrían incluso más méritos que los defensores ucranianos, porque a éstos les motiva ver su tierra pisoteada mientras que los rusos oponiéndose a la guerra no han tenido ese motivo (al menos de momento).

Debe ser difícil entregar el dinero a un movimiento tan heterogéneo y disperso, pero de alguna manera se podría hacer. Eso sí, también habría que tener cuidado para que en octubre, de repente, un batallón de paracaidistas rusos tomara Oviedo por sorpresa. De Putin cabe esperar cualquier cosa.