La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 27 de abril de 2014

Aducción.

Aducción es una palabra que no se puede confundir con abducción, pese a su parecido.

Abducción queda descrita por la RAE como

(Del lat. abductĭo, -ōnis, separación).

1. f. Movimiento por el cual un miembro u otro órgano se aleja del plano medio que divide imaginariamente el cuerpo en dos partes simétricas. Abducción del brazo, del ojo.
2. f. Supuesto secuestro de seres humanos, llevado a cabo por criaturas extraterrestres, con objeto de someterlos a experimentos diversos en el interior de sus naves espaciales.
3. f. Fil. Silogismo cuya premisa mayor es evidente y la menor menos evidente o solo probable.

Mientras,  la RAE define aducción de la siguiente manera:

2. f. Anat. Movimiento por el cual se acerca un miembro u otro órgano al plano medio que divide imaginariamente el cuerpo en dos partes simétricas. Aducción del brazo, del ojo.

El campo de la Teología tan necesitado de precisión y temeroso de la ambigüedad, se ha hecho con este término para intentar definir lo que sucede con Cristo, el cual estando a la diestra del Padre tras su ascensión, se acerca al pan cada vez que se celebra la Santa Cena, algo que con total seguridad sucede actualmente en el mundo en cada momento y en infinidad de lugares.

Pues una combinación de ambas acciones vamos a sufrir los españoles dentro de muy, pero que muy poco. Podremos ver como unos seres llamados candidatos, pretenden alejarse de nosotros para irse a ese paraíso llamado las instituciones europeas sitas en Bruselas, para regir nuestros destinos aquí mismo, y para abducir convenientemente nuestras mentes durante unas semanas podremos ver que mientras físicamente estarán en algún lugar determinado, lugar que irá cambiando a una velocidad de vértigo, podremos tenerlos absolutamente en todas partes: televisión, periódicos, radios, en las calles, carteles, etc.

Al final nos quedaremos con las ganas de que los abducidos sean ellos.

domingo, 20 de abril de 2014

Más agua, por favor.

Leí recientemente que según la ONU en la Tierra, el Planeta Agua, hay unos 1.000 millones de personas que no tienen garantizado el acceso al agua potable, lo que motiva unas 10.000 muertes diarias, en su mayoría niños y niñas de menos de cinco años.

Al principio pensé que se trataba de uno de los tremendismos a los que nos acostumbran ecologistas y demás organizaciones tendentes a sentirnos culpables, angustiados y buscando que soltemos la guita para financiar algún remedio pasajero que alivie nuestras conciencias.

Pero esta vez decidí investigar un poco sobre el asunto y descubrí que las cifras no mentían. Que la falta de higiene conlleva enfermedades letales sobre la infancia y los adultos, que el tiempo que lleva buscar agua potable en lugares remotos se resta del que se puede dedicar al trabajo, educación u ocio, que la lucha por el agua provoca enfrentamientos y guerras menores con miles de muertos, que la falta de agua malogra muchos cultivos provocando hambre y desnutrición.. Así que no se puede hablar de exageración de cifras.

Pero así mismo comprobé que en muchísimos lugares es bastante asequible construir pozos con una financiación mínima, que en vez de mandar miles de cooperantes a repartir comidas, vacunas y medicinas, se puede mandar muchos menos técnicos para construir esos pozos.

Resulta mucho más barato, menos gente expone el pellejo y sus resultados positivos son inmediatos. Es indudable que hay que poner freno a las oleadas de inmigrante que se acercan con mayor frecuencia a Europa, y el facilitar ese agua puede ser la solución. Mejorando las condiciones de vida en sus países, esos emigrantes desesperados se verán menos empujados a buscarse la vida (y a menudo la muerte) en el Norte.

Pero, claro, a mucho cooperante y ONG se le iba a acabar el chollo de las ayudas sin preguntar porque no todo el mundo sirve para asesorar para construir y mantener un pozo. En este caso sí cabe hablar de enseñar a pescar en vez de dar pescados.

martes, 8 de abril de 2014

Aparatos.

Y ayer mismo por eso de probar el nuevo GPS se me ocurrió emplearlo en una ruta que permite dos recorridos. El trasto me recomendó la que nunca hago, así que supuse que se trataba de la más corta, barata o rápida.

Todo bien, hasta que de repente el cacharrete me hace desviarme a una vía secundaria, y posteriormente a una terciaria. En esos momentos pensaba que en eso se hallaba la genialidad de la ruta que me recomendaba: una serie de atajos que me permitirían llegar a mi destino en un tiempo record, aunque en realidad la pantalla me decía que sólo iban a ser diez minutos menos de lo habitual.

Y repentinamente, en mitad de la campiña más deshabitada y desolada, la vocecilla del ingenio me dice que: ¡Destino alcanzado! Y desde luego puedo asegurar que cualquier parecido con la realidad era la más pura ficción.

Tuve que volver a indicarle el destino, y ésta vez sí me hizo alcanzar el destino. Eso sí, con 50 minutos de retraso, el consiguiente cabreo y un insalvable resquemor hacia futuros destinos confiados a tan voluble máquina.

Y sí ahora, en que estamos en los principios de una civilización que depende de tal manera de la tecnología, quiero ni pensar qué puede suceder cuando el quedarnos durante una temporada sin electricidad, algo que tampoco debe ser tan difícil para un futuro invasor, nos puede dejar incomunicados, inmovilizados, aterrados y sometidos, con tan sólo apretar un botón.

Como muestra quede las pocas personas que hoy tienen memorizados más de diez teléfonos. Todo queda encomendado a las agendas de sus móviles, así como lo que deben hacer cada día, e incluso las operaciones matemáticas más sencillas. De tal modo que no sé cuántos españoles actualmente serían capaces de hacer una sencilla división con dos cifras en el divisor. Incluso los habrá que no sepan ni la operación aritmética que estoy planteando.

No estoy planteando deshacernos de la tecnología que nos hace la vida tan fácil, sino simplemente hacer saber que en la vida siempre hay que tener previsto un plan B por si el plan A falla o no se puede llevar a cabo.