
Se me ocurre que alguien podría hablar a sus satánicas majestades acerca de montar un concierto en Corea del Norte. Eso sí que sería un hito.
No sé si sus habitantes serían muy receptivos al rock, teniendo en cuenta que durante toda su vida el norcoreano medio tan sólo puede oír canciones patrióticas, marchas militares y melodías folclóricas. Y además en ese orden exacto.
Pero por otra parte lo que se haga y deshaga en ese país tan sólo depende del gusto personal del gran líder: Kim Jong-un.
Sin embargo este mismo mes la cantante ha vuelto a aparecer en un acto en favor de Kim Jong-un, donde prometió trabajar mejor para "alimentar la llama por el arte y trabajo creativo".

Un concierto de los ancianos rockeros con la reaparecida cantante como telonera, o tal vez a la inversa, todo depende del gusto del líder, sería toda una bomba.
Y tal sería su efecto que sugiero que Kim dedique sus ahorros a montar ese concierto, que tendría efectos más devastadores que las bombas que ensaya de vez en cuando para desvelo de todos sus vecinos y EE.UU.