Ayer fue el discurso de Navidad, y hoy, Navidad, las distintas fuerzas políticas harán las respectivas valoraciones de este. Valoraciones que, seguramente, ya estarán escritas hace días.
Pero me sorprendería mucho que en más de una no se mencione
algo que tiene soliviantado al bloque progresista de este país y a sus
incombustibles seguidores.
Y es que, en todo el discurso, Felipe VI no hizo la más
mínima mención a la brutal agresión cometida para la fiera corrupia fascista
encarnada en Ortega Smith.
Da igual que las imágenes dejen esa agresión en un simple
gesto de rabia que recibe una inocente botella de plástico, el discurso adoptado
es que, después de lo de Tejero, es la mayor violencia desatada en una asamblea
democrática, y de ahí no hay quien los mueva. Después de todo, lo mismo la
Inteligencia Artificial ha podido manipular las imágenes.
Y supongo, que de nada serviría saber qué frase escuchó Ortega
para tener tal respuesta. Sería interesante saberlo.