Creo que se podría hablar de que en este mundo tan complicado de los negocios internacionales existen los pactos panda.
Seguramente habrá alguna denominación
para llamarlos, y será en inglés, pero tampoco me voy a poner a investigar.
Entiendo por contrato panda, lo
que sucede con los pandas que China “exporta” a los zoos de todo el mundo. No
deja de ser un pingue beneficio para el país. Cobra por ellos, se los alimenta,
cuida y mima otro país, y las autoridades chinas se reservan el derecho de
repatriarlos en cualquier momento a los panda que cedió, incluidos sus
descendientes.
Pues algo así debe suceder con
los tanques leopard alemanes. Alemania los fabrica, los vende a otros
ejércitos, pero si luego esos ejércitos deciden vender, alquilar o donar esos
tanques a otros ejércitos necesitados, Berlín tiene la potestad de vetar esa
cesión.
No quiero ni imaginar si
existiera un contrato así en la compraventa de vehículos usados.
Parece ser que finalmente los
alemanes van a permitir que los ucranianos reciban los tanques, pero tan curioso
requisito debería ser tenido en cuenta por los ejércitos de este mundo al
pensar en adquirir material bélico germano.
Como casi siempre, alguien hay por encima. No lo se con certeza, pero estoy casi seguro que el Sr, Biden ha tenido algo que ver en esto, así que los alemanes, a la postre, han tenido que obedecer al mandamás y cede en lo del envío de tanques a Ucrania.
ResponderEliminar